El capitán Sergio Barreda Peñas ha entrado con honor en la historia del Regimiento de Caballería. Su muerte mientras desarrollaba actividades de adiestramiento ha causado un profundo dolor en su familia y en sus compañeros. Hoy, el acuartelamiento Coronel Galindo ha acogido los actos de honras fúnebres con la participación de la Escuadra de Gastadores, la banda de guerra del Regimiento, la unidad de música de la Comandancia, el escuadrón ligero acorazado y el escuadrón de Plana Mayor y Servicios, el que mandaba Sergio desde el pasado mes de septiembre.
El coronel jefe del Regimiento, Alberto Plaza, ha mandado un mensaje de apoyo a la viuda e hijos del capitán además de a sus familiares más directos. "Hoy nos reunimos en este patio de armas con el triste y doloroso deber de despedir y honrar a uno de los nuestros, a un oficial, a un militar, a un soldado... y de intentar prestar consuelo a una familia rota por el dolor por la pérdida del amado esposo, padre, hijo, hermano, amigo. Querida familia, Ana su esposa, sus padres Miguel y Teresa, su hermana Laura, familiares próximos y amigos de Sergio, qué puedo decir yo sobre las cualidades personales de Sergio que vosotros no conozcáis. Sabéis perfectamente que Sergio fue un militar vocacional, que la milicia le atrajo desde muy pequeño y que desde que ingresó en el Ejército desarrollaba la profesión que amaba, dedicándose a ella en cuerpo y alma, dedicación que llevó hasta sus últimas consecuencias", dijo.
Caballería está de luto tras la marcha de un capitán serio, exigente pero a la vez cercano con sus subordinados. "El Capitán Sergio Barreda Peñas, nos dejó ayer con el temple sereno de los soldados valientes, murió como mueren los buenos oficiales de Caballería, al frente de su escuadrón, cumpliendo con su deber. Queridos familiares y amigos de Sergio, sé que de poco consuelo os puede servir el pensar que Sergio falleció ayer haciendo lo que a él más le ilusionaba: ejercer su profesión de soldado de España. Tenemos con vosotros una deuda permanente de gratitud por vuestra dolorosa pérdida", añadió.
La imposición de la cruz del mérito militar con distintivo amarillo corrió a cargo del teniente general jefe de FUTER, Juan Gómez de Salazar. Fue uno de los momentos más emotivos de un acto con el que todos los presentes quisieron arropar a la familia de Sergio además de rendirle su más que merecido homenaje.
Hubo más. El acto de homenaje a los Cáidos, el himno del Regimiento… y, con marcada emoción de los compañeros, la entrega de la bandera y la boina negra de Caballería que usaba el capitán a su viuda Ana.
La marcha del féretro ante las autoridades, mandos y compañeros marcaba la despedida a una persona que, como dijo el coronel Plaza, “marcha sereno a integrarse en los escuadrones celestiales de aquellos que nos sirven de ejemplo y estímulo”.