La organización Matqich Waldi expresó su profunda preocupación por lo que describió como "graves y recurrentes" violaciones de los derechos humanos en el centro de acogida de menores del barrio Beni Diab, en Tánger, relacionadas con intentos de intrusión de desconocidos que ponen en peligro a las jóvenes internas.
La organización alertó sobre la gravedad de la situación, que atenta contra la seguridad de las menores dentro del centro, e instó a las autoridades competentes a intervenir de manera inmediata y urgente.
La organización de derechos humanos subrayó la necesidad de reforzar la seguridad en el centro y sus alrededores mediante la contratación de guardias capacitados, la instalación de cámaras de vigilancia modernas y la coordinación con las fuerzas de seguridad para realizar patrullas regulares alrededor del centro.
Asimismo, pidió que se impongan sanciones estrictas contra quienes intenten infiltrarse, colarse o amenazar a las internas, además de una revisión del marco legal para garantizar la protección de las menores en los centros de acogida. También destacó la importancia de proporcionar apoyo psicológico y social tanto a las jóvenes como al personal encargado de su cuidado.
La organización, presidida por la activista de derechos humanos Najat Anwar, hizo un llamado a la colaboración entre el Estado, la sociedad civil y las instituciones pertinentes, en particular el Ministerio de Familia y Solidaridad para fortalecer la protección de esta población vulnerable y garantizar un entorno seguro y estable dentro de los centros de acogida.
Finalmente, insistió en la necesidad de aplicar reformas sostenibles en el sistema de asistencia social, que aseguren la protección y el desarrollo integral de las menores, permitiéndoles acceder a una vida digna. También instó a los activistas de derechos humanos y a la sociedad civil a involucrarse en esta causa y trabajar de manera conjunta para garantizar los derechos de las menores en un entorno seguro que los proteja de toda forma de explotación y peligro.