Caballas vuelve a abrir un debate que debería estar más que superado en esta ciudad, pero que choca con el muro de un sector político incapaz de aceptar la realidad que vivimos en Ceuta. Así los localistas plantearán un calendario laboral “de todos”, con Eid Al Fitr festivo. Dudo que salga adelante, siempre habrá quien piense que esto es un absurdo asunto de unos contra otros, en vez de asimilar de una vez por todas que el calendario laboral debe ser el instrumento real que reconozca la realidad social de una Ceuta que, hoy por hoy, no está reflejada de esa forma. La comunidad educativa lo asimiló hace un tiempo y por eso este pasado viernes no hubo clases, como reflejo de esa fiesta aunque se hubiera celebrado 24 horas antes. El debate de la problemática sobre si coinciden o no con la fiesta real es una mera excusa porque de lo que se trata es de disponer de un calendario que intente reflejar la riqueza cultural de un pueblo, aunque las mentes reduccionistas interpreten esto a nivel de concesiones.
El calendario de 2022 ofrece la mejor de las posibilidades para reflejar esta realidad. Caballas hace bien en aprovecharlo para proponer una idea que debe alejarse de intereses políticos, buscando más bien apostar por no seguir estando de espaldas a lo que tenemos, a la Ceuta real.
Los tiempos cambian y el PP, que en otras ocasiones se cerró en bloque ante cualquier debate en torno a este asunto, parece haber evolucionado algo en sus pensamientos. Será una buena oportunidad para que demuestre el grado de evolución alcanzado y si su discurso de cara a la galería lo cree y lo asimila realmente, no para hacer ahora el juego de ser anti-Vox. Veremos si piensan o no igual que quienes fueron sus colegas.
A tu casa llegarán y de ella te echarán