Incienso y rosarios en mano. Sin marchas y con humildad, un breve cortejo la ha llevado a flote por las calles de Ceuta. María Santísima del Rosario ha dejado su templo para ser arropada por los fieles este domingo.
El culto, que ya es tradicional en la hermandad de Los Remedios, se ha llevado a cabo bajo las primeras luces del día. La ciudad se ha despertado poco a poco y, al mismo tiempo, la han cargado a hombros por el centro.
Algunos viandantes se han encontrado con la escena. No ha pasado inadvertida para la mayoría. Muchos se han santiguado al verla. Enfocados en su rutina matutina de descanso o de trabajo, han aprovechado su presencia para mostrarle respeto.
Dios te salve
La comitiva que ha acompañado a la talla sacra ha rezado sin cesar en una entonación cantada. Esta se ha alternado con otras oraciones dirigidas a la virgen. “Dios te salve María, bendita tú eres entre todas las mujeres”, ha manifestado al unísono.
Uno de los hermanos, con el apoyo de un micrófono y de un altavoz, ha guiado al resto. Rostros jóvenes y de personas mayores se han entremezclado en esta estampa. Empujados por su fe, se han sumado al trayecto.
Miembros de la corporación, monaguillos y ceutíes se han agrupado en este corto trayecto circular. Un capataz ha orientado a los que se han brindado su fuerza a la imagen mariana. Uno de ellos ha portado consigo un rosario de madera en la muñeca. Ha profesado su devoción en silencio.
Armonía
Han dado pasos junto a ella, apoyados por unas almohadillas para hacer más liviana la ruta. El murmullo de las voces se ha fusionado con el repiqueteo de las varas de madera y metal.
Han marcado el ritmo y han fijado las pausas. Organizados y en armonía, han orado en este acto solemne. El pequeño trono de madera preparado para la ocasión ha sido sobrio.
Su intención es ensalzar a María Santísima del Rosario. Rodeada por flores blancas y algunas rosas, se ha lucido por las calles de Ceuta. Solo cuatro cirios han bordeado la peana.
Sencillez
La humildad y la sencillez ha caracterizado el itinerario. Vestidos con trajes de chaqueta negros, con ropa de diario o deportiva, todos se han congregado para celebrar este rosario matutino.
“Gloria al padre, al hijo y al espíritu santo” han vociferado tras cantar un avemaría. El incienso ha captado la atención de los transeúntes y ha envuelto al paso. A pesar de la discreción, algunos vecinos se han percatado del culto y se han asomado a sus balcones para contemplar a la imagen mariana.
Dos policías locales han estado junto al cortejo durante todo el trayecto. Las calles han estado casi vacías. Los pájaros han trinado al despertar. La virgen ha transcurrido por el paseo del Revellín. Ella y Jesús han portado también rosarios.
Fe por la calle
Antes de su llegada a Fructuoso Miaja, una mujer se ha topado con las andas de camino al trabajo. Vestida con un uniforme, ha parado un momento para santiguarse antes de continuar. Una familia al ver la procesión se ha sumado a los demás. Los niños la han mirado atentamente y la madre ha canturreado el rezo.
No han sido los únicos. Un anciano desde su ventana ha observado al grupo durante el recorrido. Otra mujer entrada en edad, envuelta en su bata, se ha asomado para participar por un momento al culto.
El rosario de la hermandad de Los Remedios le ha dado todo el protagonismo a la talla sacra. Sin destacar y con un cortejo humilde, ha realizado la ruta prevista bajo la melodía a capela de las voces de los fieles.