Los colegios e institutos con un mayor coste si tenemos en cuenta que los datos de la OCU abarcan estudiantes entre 3 y 18 años, son los privados, con un desembolso medio de 5.232 euros por alumno, seguidos por los 2.386 euros que costará de media estudiar en los concertados y los 1.268 euros de la enseñanza pública. Los datos apuntan que estas diferencias están marcadas por el pago de matrículas y cuotas escolares, aunque se aprecia que cuanta menor presencia tiene el Estado en el centro, mayor es el gasto por alumno en la mayoría de los apartados.
La OCU ha incluido en sus cuentas actividades extraescolares (idiomas, clases de refuerzo y también actividades de ocio) y gastos de comedor, transporte, uniforme, excursiones y pertenencia a asociaciones, dejando así un cierto margen para el ahorro.
Hay, sin embargo, ciertos costes que no pueden esquivarse y que obligarán a las familias a rascarse el bolsillo en plena crisis. Entre ellos, los libros de texto que, precisamente, suponen el desembolso más grande si se excluyen las cuotas mensuales. La OCU, organización privada sin fines lucrativos que se financia gracias a las aportaciones de sus 300.000 socios, destaca que el gasto medio de un alumno el curso 2013-2014 será de 164 euros al mes. Las diferencias son grandes dependiendo de la titularidad del centro. Así mientras que los que reciben una enseñanza pública suponen a sus familias unos gastos de 109 euros al mes, en colegios concertados (sufragados con dinero público) sube a 209 euros al mes y en los privados, 527 euros al mes.
El desembolso en concepto de libros de texto, uniformes, material escolar, gastos de matrícula, asociaciones de padres, clubs deportivos asociados al centro también difiere mucho según el tipo de centro. Frente a los 329 euros de la pública, se dispara a los 500 en los concertados o privados.De esta forma, sumando los gastos mensuales y los gastos fijos, al año se gasta de media -siempre según la OCU- 1.268 euros en la pública, 2.386 euros en la concertada y 5.322 en la privada.
El uniforme escolar ha dejado de ser un símbolo elitista de los colegios privados y concertados, y su presencia en los centros públicos es cada vez mayor. En Galicia, la Comunidad Valenciana y Madrid, los uniformes tienen una fuerte implantación y su peso crece en otras zonas como Extremadura o Murcia. Además, ante la desbandada de alumnos provocada por la crisis, cada vez más colegios privados están disminuyendo el precio de la matrícula inicial, en especial para atraer a los padres de niños de infantil de tres años temerosos de no pagar en adelante las cuotas del colegio. La OCU da un consejo a los padres: no comprar los artículos de papelería en compañía de los niños, muy vulnerables a los estímulos publicitarios. La Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) que aconseja alejarse del marquismo en las compras, pues puede suponer un ahorro del 30%.
Según una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística el único capítulo en el que las familias desembolsaron más en 2012 fue la enseñanza (7,4%) y la salud (0,3%). Influyeron las pérdidas de ayudas en libros de texto, el incremento de la factura farmacéutica o el encarecimiento de las matrículas universitarias. La paga de los domingos de los hijos, dice el INE, es una de partidas más damnificadas por la economía de guerra en crisis: ha caído cerca de un 38% entre 2008 y 2012.
La FAMPA pide becas “a tiempo”
Se ponen en lo peor visto lo visto y por la experiencia que tienen de otros años. La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos ha explicado que lamenta tener una visión crítica ante la situación que se avecina. “No nos queda más remedio que preguntarle al Ministerio de Educación si es verdad que todo va a ser color de rosas y las becas van a estar en tiempo y forma para septiembre”. El presidente de la entidad, Mustapha Mohamed lamenta que no va a ser así y que muchos padres que no reciben ingresos y en situación de desempleo se verán desesperados como ha sucedido otros años. “El dinero de las becas llegará en enero o incluso en febreo o marzo y nosotros trataremos de recopilar libros y material escolar para esos niños que no podrán contar con ello a principios de curso”. Mustapha explica que si la convocatoria termina el 16 de septiembre entre que se lleva a cabo la valoración de las mismas y demás los plazos se retrasarán y muchos padres ya temen lo peor. “Les ayudaremos en la medida de lo posible, buscando libros de otros alumnos y tratando de que salgan adelante pero la situación ya se ha convertido en algo habitual y tememos que haya problemas”.