Cuando la política es una obscenidad

La ciénaga en la que el Felón mendicante está convirtiendo la política española en la que todo, absolutamente todo lo que toca, es un contrasentido, demuestra también la debilidad de la sociedad civil, que apenas puede contestar. La Constitución se basa en el dominio del poder por los partidos políticos sin tener en cuenta a la sociedad civil, salvo para el día de la recogida de votos, lo que se transforma en un verdadero oligopolio del poder y estos son los encargados de responder a las barbaridades del Felón mendicante, pero al no ser esta respuesta lo suficientemente eficaz, debería ser la sociedad civil la que tuviese acogida en la Constitución para poder rebelarse contra esta ignominia. Pero no, lo único que puede hacer la sociedad civil es manifestarse y hasta ahora las manifestaciones solo han servido para que el Felón mendicante se burle de ellas. Esta política obscena que está llevando a cabo el partido socialista, un partido sin alma, deja a los ciudadanos inermes ante tanta ignominia y nos preguntamos, ¿qué podemos hacer cuando prácticamente todas las instituciones de contrapeso del poder están envenenadas de sanchismo? Solamente acudir a manifestaciones, muy numerosas sí y en solo una ciudad, que al día siguiente han sido olvidadas y de nuevo burladas por el Felón mendicante y obscurecidas por los ingentes medios afines al poder al socaire de las inmensas subvenciones, quedando el disentimiento recluido a la esfera de lo inútil.

Nuestro sistema parlamentario impide el control de la oligarquía partidista. Llegada las sesiones de control todo se reduce a la respuesta o no de preguntas anticipadas y a un mero discurso del gobierno con respuesta de la oposición. Los asuntos importantes sobre la estrategia de política interior, exterior, inmigración, justicia, solo queda al albur de lo conocido por la prensa. El partido en el poder no es controlable y puede permear sin grandes problemas todas las instituciones.

Lo que está acaeciendo con la proposición de la popularmente denominada Ley de Amnistía, desborda todo lo ocurrido hasta ahora porque no solo altera la Constitución al romperla por su columna vertebral al destruir el principio de igualdad de los españoles ante la ley, sino que puede amnistiar a delincuentes que dieron un golpe de Estado, unos calificados como terroristas, otros investigados por el delito de alta traición, además de ladrones, malversadores, y corruptos de toda clase, en un número que supera las cuatro mil delincuentes.

Como algunos magistrados, debido a la complejidad en la instrucción del proceso de algunos de estos delincuentes, han solicitado más tiempo para poder completar sus sumarios, han trascendido delitos que supuestamente se creía que no estaban incluidas en los mismos, como el de terrorismo y la alta traición, que tampoco figuraban en el amparo en la proposición de Ley de Amnistía. Esto ha supuesto un terremoto de venablos contra los magistrados, por una parte, y en la pronta aceptación por parte del PSOE de terrorismo si no viola los derechos humanos para ser incluido prontamente en dicha ley, la alta traición es, por ahora, capítulo aparte.

"Puigdemont y su director de Gabinete, Josep Lluis Alay –que ha realizado diversos viajes a Moscú– han dicho que la investigación es «delirante y fantasiosa», pero el informe mantiene que «Rusia proporcionó apoyo financiero y logístico al referéndum ilegal organizado por los separatistas»"

La respuesta de la felónsfera no se ha hecho esperar en forma de desprecio y amenazas a los magistrados que instruyeron los procedimientos respectivos en una huida hacia el precipicio como jamás antes había ocurrido. Todo ello inmerso en unas políticas propiciadas por el Gobierno que discurren desde lo absurdo a lo esperpéntico.

Los magistrados y jueces pueden ser objeto de discrepancia en sus sentencias, entra dentro de lo admisible en una sociedad. Lo que no es admisible es que, al conocerse solamente las investigaciones que están llevando a cabo para esclarecer los hechos, el frente social comunista, cual jauría se abalance contra los tres magistrados vinculados a los procesos judiciales del 1 de octubre de 2019 que están investigando para conocer si existen pruebas suficientes para acusar por delito de terrorismo, o alta traición a determinados individuos. Hasta en doce ocasiones los socios parlamentarios de Pedro Sánchez, incluido Sumar, pronunciaron durante el debate de la proposición de la Ley de Amnistía los nombres de los magistrados, Manuel Marchena, Manuel García-Castellón y Joaquín Aguirre ,y lo hicieron para censurar con dureza las actuaciones de los tres Magistrados vinculados a los distintos procesos judiciales relacionados con el 1-0, llegándolos a acusar de haber incurrido en “prevaricación” , la peor injuria a un juez, sin que la Presidente de la Cámara Francina Armengol, reconviniera en ningún momento a los diputados encargados de poner voz a estas críticas. La tal Nogueras portavoz de Juntos criticó al magistrado de la Audiencia Nacional García Castellón , encargado de la instrucción del llamado caso Tsunami Democràtic que investiga como un posible acto de terrorismo a los autores y protagonistas de las protestas de Octubre de 2019 contra la sentencia del “procés”, por “sacarse los delitos del bolsillo” y denunció que “la adaptación de la agenda judicial a la agenda política es tan descarada que no hacen falta ni argumentos”; el tal Pisarello, de la misma cuerda, lo tachó de “parcial” y sentenció que “merece ser acusado de prevaricación o directamente recusado en las causas que afectan al independentismo”, asimismo, cargó contra el Magistrado Aguirre, que instruye la presunta trama rusa vinculada al 1-0 y de la que pudiera emerger un delito de alta traición, por “pasearse por las televisiones europeas prevaricando”, también criticó al Magistrado Manuel Marchena presidente del Tribunal Supremo que juzgó el 1-O. El hecho de que la tal Francina Armengol no hubiera parado las acusaciones de los diputados separatistas contra los Magistrados que están simplemente realizando su función, denota una cierta complicidad de todo punto intolerable. Su deber le debería haber llevado a la amonestación de tales diputados y si se hubieran mantenido en esa actitud , en haberles privado del uso de la palabra o expulsado del hemiciclo. Fuera del hemiciclo, los ataques de los comunistas no cesan, así la secretaria general de Podemos la tal Ione Belarra, ha atacado al magistrado Manuel García-Castellón, al que ha acusado de ejercer una “dictadura judicial”. La ciénaga a la que nos llevan el socialismo, el comunismo y el separatismo es profunda y maloliente y por no perder el sueldo, el mundo de las ratas, aplaude.

La proposición de Ley de Amnistía fue rechazada por mayoría absoluta del Congreso: 171 síes y 179 noes, por lo que debería haber decaído, sin embargo, la tal Armengol la ha devuelto a la Comisión de Justicia, para un nuevo dictamen, en contra de lo establecido en el artículo 81.2 de la CE: “La aprobación, modificación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto” al haber sido rechazada por mayoría absoluta de la Cámara, la Proposición de ley ha decaído completamente, finalizando en ese momento su tramitación.

La andadura de esta ley está aún lejos de acabar porque a los independentistas cada día se les ocurre un nuevo despropósito, que tiene que ser calibrado por los cientos de asesores del Felón mendicante y previsiblemente por el de la toga y el barro, y más si emergen a la superficie nuevos elementos, como puede ser la posibilidad de acusar por alta traición o terrorismo a los protagonistas de los hechos del 1 de octubre. El Felón mendicante acaba de anunciar que “Como todo el mundo sabe, el independentismo catalán no es terrorismo. No lo es. Y por tanto, con este proyecto de ley yo estoy convencido, y así al final lo van a concluir los tribunales, que van a estar todos los independentistas catalanes amnistiados, porque no son terroristas”. Se trata de dar ánimo a sus cuates no vaya a ser que los siete votos del pobre loco, le vayan a jugar una mala pasada como la última del rechazo a la ley. ¿Cabe mayor indignidad en un Presidente de Gobierno; podría ser, si se demuestra que el delincuente del maletero es acusado de alta traición, ser acusado Sánchez de complicidad?

La alta traición en este contexto, no es ninguna ensoñación. Dos organismos europeos, (Joint Research y el Hybrid CoE), publicaron en 2023 un informe que afirmaba que «la disputa catalana fue instrumentalizada por Rusia con un intento de socavar y dañar la integridad y funcionalidad de la democracia, crear efectos cascada en otros Estados miembros, e influencias en los procesos de toma de decisiones». Puigdemont y su director de Gabinete, Josep Lluis Alay –que ha realizado diversos viajes a Moscú– han dicho que la investigación es «delirante y fantasiosa», pero el informe mantiene que «Rusia proporcionó apoyo financiero y logístico al referéndum ilegal organizado por los separatistas». El documento europeo confirma que la injerencia tuvo «impacto en la ciberseguridad nacional y que las campañas de propaganda y desinformación buscaban polarizar la sociedad». Es el caso Voloh. El magistrado Joaquín Aguirre, que investiga el caso ha revelado esta semana en su auto de prórroga que ve en Puigdemont indicios de un delito de traición por las reuniones que mantuvo con los emisarios rusos para financiar el procés. Fruto de esas reuniones han consistido en el soporte de ayuda financiera y material, todavía no desvelado. Todo ello ha generado un enorme interés en la Unión Europea y en países como Alemania, que sí han mostrado preocupación por el objetivo de la relación de los rusos con el separatismo catalán de infiltrarse en Europa a través de España desarrollando una minuciosa operación de desestabilización.

“La respuesta de la felónsfera no se ha hecho esperar en forma de desprecio y amenazas a los magistrados que instruyeron los procedimientos respectivos en una huida hacia el precipicio como jamás antes había ocurrido”

Y si la ley de amnistía lo inunda todo, que hablar de la indefensión de las fronteras por donde entran a diario cientos de inmigrantes ilegales, sin apenas expulsiones, y colapsando aeropuertos, puertos y ciudades aledañas. O de la situación económica donde caprichosamente la ministro de trabajo aumenta a discreción el salario mínimo que va a llevar a cientos de miles al paro. O del aumento de la deuda pública que junto con el desempleo son las mayores lacras de nuestra economía. O de la destrucción de pantanos en época de sequía, teniendo que llevar agua en barcos a Barcelona por no haber previsto las necesarias obras hidráulicas de conexión entre los caudales de los diversos ríos. O de la paralización de centrales nucleares, a pesar de ser una energía verde y barata. O de las ideas del tal Urtasun sobre la descolonización de los museos. O del abuso de inclusión de los amigos del Felón mendicante en todos los órganos institucionales, sector público, embajadas y hasta empresas privadas, sin ningún pudor donde el 77% de las grandes compañías participadas mayoritariamente por el Estado está actualmente presidida o liderada por un exparlamentario del PSOE, un miembro de su partido o un amigo; hasta 25 entes –instituciones del Estado, organismos públicos que dependen de la Administración, o empresas en las que el Estado tiene algún tipo de participación– ahora están controladas de manera directa o indirecta por el Ejecutivo. Sonrojante es el caso del tal Juan Manuel Serrano que después de ser cesado en Correos por haber acumulado en cinco años unas pérdidas de 1.000 millones de euros, inmediatamente se le nombra Director General de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT). Y qué decir del despego de nuestra política internacional, en un caso bajo las órdenes del sultán marroquí, en otra apoyando a la organización terrorista Hamás y a los hutíes y en otras asumiendo las tesis de regímenes comunistas como Cuba y Venezuela y los asociados al cártel de Puebla. Y así, hasta donde usted quiera.

Dicen los científicos que un psicópata es una persona carente de empatía, mentiroso manipulador y narcisista y solo con estos parámetros, la verdad es que casi todo el Consejo d Ministros entra en esa definición. Yo tendría que añadir para el Felón mendicante voces como: guerra civilista, sectario, opaco, arbitrario, nepotista, destructor de la justicia, inculto, servicial ante los siete votos, (ya saben, un siervo, un servidor, un esclavo), que no sabe para qué ni en qué trabaja, solo que quiere tener la prenda, el poder, para poder dejar un país, España, hecha una ciénaga a causa de la obscenidad de su política, que he intentado describir.