El calentamiento global provocado por la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono es uno de los impactos más visibles del cambio climático. Estos gases, conocidos como GEI, evitan que los rayos solares puedan salir de la atmósfera, provocando un aumento de la temperatura global. Ya en 2013 la NASA admitió que el calentamiento global que estamos padeciendo era principalmente por culpa de las actividades humanas y que tendría un gran impacto en los océanos.
Este aumento de temperatura tiene un impacto sobre nuestros océanos. En primer lugar, produce un calentamiento del agua que está provocando el desplazamiento de las especies desde el sur hacia los polos, además de alteraciones en los patrones generales de migración. Por otro lado, los glaciares del Ártico se están derritiendo creando el aumento del nivel mar y la desaparición del hábitat natural de ciertas especies como los osos polares, morsas o focas.
El aumento del nivel del mar provocará la desaparición de ciudades costeras, así como de los manglares que son importantes zonas de cría de alevines de especies marinas. Además, los patrones de circulación de las corrientes oceánicas están variando, así como el de los vientos lo que crea fuertes tormentas y lluvias torrenciales.
El océano actúa como un sumidero atrapando el 30% del dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera y el 80 % del calor generado por los gases de efecto invernadero. Esto alivia a la atmósfera, pero está generando que el océano se caliente y aumente de nivel, además está favoreciendo un proceso llamado acidificación.
La acidificación del océano se produce por el aumento de la concentración de dióxido de carbono disuelto en el agua de mar. De este modo se favorece la reacción con el carbonato cálcico causando que el océano se vuelva más ácido. La disminución del pH del océano provoca un cambio en su composición química que tiene consecuencias directas sobre el crecimiento, reproducción y otros fenómenos fisiológicos de las especies que lo habitan.
A la vez que el carbonato cálcico disuelto desaparece, no puede ser captado por corales duros, moluscos y crustáceos que lo utilizan para crear sus estructuras y sus conchas. Como consecuencia, estos animales se debilitan y corren riesgos de desaparecer, afectando de este modo a la integridad de las cadenas tróficas a las que pertenecen.
Para evitar los impactos del calentamiento global en los océanos tenemos que cambiar el patrón de producción energética global basado en los combustibles fósiles y buscar métodos de producción de energías renovables que no produzcan la emisión de gases de efecto invernadero.
Desde la subida de las temperaturas y la concentración de CO2 hasta el aumento del nivel de las aguas o el deshielo, estos fenómenos parecen ser cada vez más intensos.
El planeta batió en 2016 su tercer récord anual consecutivo de calor, con una temperatura superior de alrededor de 1,1ºC respecto a la media de la era preindustrial, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El siglo XXI cuenta ya con 16 de los 17 años más calurosos desde que empezara el registro de temperaturas, en 1880.
En el Ártico, la extensión del hielo estival de 2016 fue la segunda más reducida jamás registrada (4,14 millones de km2, por detrás de la de 2012). En algunas regiones de Rusia, la temperatura fue 6ºC o 7ºC mayor que la normal.
En el otro extremo de la Tierra, en la Antártida, el hielo perdió en la primavera austral (noviembre) casi 2 millones de km2 respecto a la media de los 30 últimos años: era de 14,5 millones de km2 en 2016, y de 16,35 millones entre 1981 y 2010.
El deshielo de los glaciares en los macizos alpinos continuó por trigésimo sexto (36) año consecutivo.
La concentración de los tres principales gases con efecto invernadero -dióxido de carbono (CO2), metano y protóxido de nitrógeno, han alcanzado nuevos máximos.
Por primera vez, en 2015, la concentración de CO2, el principal gas con efecto invernadero, superó las 400 partes por millón (ppm) a escala global, y la tendencia continúa.
Para tratar de limitar el alza de las temperaturas a 2ºC y así contener las graves consecuencias del calentamiento global, la concentración media de gases con efecto invernadero no debe superar en 2100 las 450 ppm de CO2eq (equivalente de CO2 en partes por millón).
Los investigadores han alertado además sobre un auge repentino e inexplicado del metano, que tiene un efecto invernadero mayor que el del CO2
El nivel de los océanos sigue subiendo. Según un estudio reciente, el fenómeno, que se pensaba que era gradual hasta la fecha, parece acelerarse: el nivel de los mares ha crecido entre un 25% y un 30% más rápido de 2004 a 2015, que durante el periodo 1993-2004, (más de 3,3 mm al año).
Esta alza podría intensificarse a medida que los glaciares y casquetes glaciares se deshielan (Antártida, Groenlandia).
El alza es más rápida en algunos puntos, como el Pacífico y el océano Índico.
El calentamiento favorece los episodios meteorológicos extremos, en particular las sequías y las olas de calor, señala un estudio de la OMM.
Según algunos climatólogos, el volumen de sequías, incendios forestales, inundaciones y huracanes debidos a las alteraciones del clima se ha doblado desde 1990.
La violencia de los tifones en China, Taiwán, Japón y las dos Coreas debería aumentar, según un estudio que indica que "en los 37 últimos años, los tifones que han golpeado el este y el sureste asiático han ganado entre un 12 y un 15% de intensidad".
Según el Banco Mundial, las pérdidas vinculadas con los desastres naturales ascenderán a 520.000 millones de dólares al año y arrastrarán a 26 millones de personas a la pobreza anualmente.
De las 8.688 especies amenazadas o casi amenazadas, el 19% (1.688) se ven afectadas por el cambio climático, tanto por las temperaturas como por los fenómenos extremos que éste entraña.
La Gran Barrera de coral ha registrado su peor episodio de blanqueo por segundo año consecutivo. Además, los corales que se hayan visto afectados dos años seguidos no podrán recuperarse, según científicos australianos.
Un aumento de las temperaturas superior a 1,5ºC, un ambicioso límite incluido en el acuerdo de París junto con el de 2ºC, comportaría además una alteración de los ecosistemas de la cuenca mediterránea inédita en 10.000 años.
Los detalles
Nivel del mar
El aumento del nivel del mar provocará la desaparición de ciudades costeras, así como de los manglares que son importantes zonas de cría de alevines de especies marinas.
30% del dióxido de carbono
El océano actúa como un sumidero atrapando el 30% del dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera y el 80 % del calor generado por los gases de efecto invernadero
Menos PH
La disminución del pH del océano provoca un cambio en su composición química que tiene consecuencias directas sobre el crecimiento, reproducción y otros fenómenos fisiológicos de las especies que lo habitan. Cambio modelo energético
Para evitar los impactos del calentamiento global en los océanos tenemos que cambiar el patrón de producción energética global basado en los combustibles fósiles y buscar métodos de producción de energías renovables que no produzcan la emisión de gases de efecto invernadero.
Subida de temperaturas
Desde la subida de las temperaturas y la concentración de CO2 hasta el aumento del nivel de las aguas o el deshielo, estos fenómenos parecen ser cada vez más intensos.