La autoridad judicial ha condenado al
piloto de una embarcación que, el pasado martes, protagonizó un intento de fuga de la
Guardia Civil en las inmediaciones de la desaladora,
en la playa de Benítez, en Ceuta. Tras su traslado al Palacio de Justicia, el joven reconoció los hechos y asumió su relación con un delito de desobediencia, rebajándose la sanción acordada de los 6 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, a 4 meses con el mismo abono.
El joven pudo ser arrestado después de un coordinado operativo integrado por agentes del Servicio Marítimo y patrullas terrestres de la Benemérita, que evitaron que escapara escondiéndose entre las escolleras, después de haber abandonado su embarcación cerca de la
costa. El hecho es que el piloto, al ver a los agentes del Instituto Armado, desobedeció sus órdenes y optó por un intento de fuga que pudo ser apreciado por los bañistas que se encontraban disfrutando de una jornada de sol en Benítez. La patrullera del Servicio Marítimo le siguió sin descanso, lo que llevó a que el ahora condenado no tuviera otra oportunidad más allá de parar e intentar escapar, objetivo fracasado ante la presión de los distintos agentes participantes.
Dictada la condena por conformidad, la embarcación quedó intervenida en el
muelle pesquero para su posterior inspección por parte de los integrantes de la Policía Judicial adscritos a la Benemérita. Lo que no ha quedado definido es el motivo que llevó al joven a adoptar esta actitud.