El Auditorio del Revellín ha acogido esta noche el concierto enmarcado en los actos conmemorativos del 99 aniversario de La Legión, a cargo de la Unidad de Música de la Comandancia General de Ceuta y la Banda de Guerra del 2º Tercio.
Se pudo apreciar un auténtico espectáculo musical apreciado por todos los presentes, en el acto previo al gran día para la familia legionaria, que tendrá lugar este viernes en el acuartelamiento de García Aldave. El concierto supuso una dedicación especial para Baltasar Queija de la Vega, un camarero español que apenas superaba el metro cincuenta de altura y cuyos huesos acabaron en el Tercio de Extranjeros, siendo el primer legionario muerto en combate.
Nació en el año 1900, en Huelva, y aunque no se conoce mucho de su infancia más allá de que viajó hasta Santa Cruz de Tenerife para ganarse la vida como camarero, se sabe que se enteró casi por casualidad de la creación de la Legión. Se alistó y recorrió una buena parte de los alrededores de Ceuta con su unidad. Su fallecimiento tuvo lugar en plena campaña del ejército español en Ceuta y Melilla, en 1921.
Tras su muerte, se le acuñó un sobrenombre, 'el poeta'. Según cuentan multitud de leyendas e historias, cuando encontraron su cuerpo, hallaron en sus bolsillos varios papeles doblados en los que se podía leer: "Somos los extranjeros legionarios, el Tercio de hombres voluntarios, que por España vienen a luchar". A pesar de ser una historia sin corroborar, trascendió hasta nuestros días situando a Baltasar Queija de la Vega como uno de los artífices de algunas de las premisas de La Legión. En concreto, se afirma que el verso que se encontró en las ropas de su cadáver fue la antesala de la letra de 'El novio de la muerte' que posteriormente fue interpretada por Lola Montes y adaptado por Millán Astray a la unidad como canción extraoficial.