Un grupo de cerca de 40 personas que sigue acogido en las naves del Tarajal se ha movilizado este lunes para protestar por el anuncio por parte de la Ciudad Autónoma de Ceuta del cierre de estas instalaciones como albergue de emergencia el martes de la próxima semana.
Los movilizados han intentado dirigirse al centro a primera hora de la mañana, pero la Policía Nacional los ha interceptado en La Almadraba y les ha instado a darse la vuelta al no haber comunicado a la autoridad gubernativa sus planes con la antelación requerida.
De hecho, desde el Ejecutivo local aseguraban que esa clausura se podría producir el próximo 15 de febrero. En las naves que gestiona Cruz Roja viven actualmente unas 170 personas, entre ellas una veintena de ceutíes sin hogar, aproximadamente otros tantos subsaharianos que esperan su ingreso en el CETI, varios menores en edad de escolarización con familiares y ancianos que superan los 70 años.
Manuel Montes, que ha ejercido ante los medios de portavoz del colectivo, que no solo ha encontrado en las naves abrigo físico, sino también emocional, casi una escuela de vida tanto para quienes buscan una vida mejor fuera de su país como quienes intentan recuperar el rumbo en su tierra, ha lamentado que “al llegar aquí recobramos la ilusión de vivir con dignidad, pero por lo visto para nosotros no hay recursos”.
“Aquí hay subsaharianos, marroquíes, argelinos, españoles, cristianos, musulmanes… Nosotros convivimos tranquilamente, pero no nos lo permiten: ahora el día 15 cierran a cal y canto y cada uno que se las apañe como pueda sin ninguna alternativa”, ha denunciado.
El riesgo de verse obligados a vivir en la calle los ha llevado a organizar una concentración que finalmente ha tenido lugar ante las naves, donde han dejado patente su desesperación y su incomprensión.
A José Hoyos, que cumplirá 71 años en marzo y ya ha conocido la dureza de la vida en la calle, concretamente bajo el puente de La Marina, se le humedecen los ojos ante la perspectiva de tener que enfrentarse nuevo a ese infierno. “En las naves estamos bien atendidos por Cruz Roja y el resto del personal que nos asiste… Yo tengo una pensión y tendré 50 euros para pasar dos noches en un hostal, pero eso se acaba y no quiero volver a estar en la calle porque me veo capacitado para llevar una casa”, ha apuntado.
“Nosotros lo que queremos, por lo menos yo, es subir otra vez un poco, buscarme la vida, vivir de lo que gane, dejar de mamar de la teta, tener un trabajo y vivir con dignidad, no tener que volver a hacer una cabaña en el monte, como estuvimos nueve meses, ni ir a la iglesia a pedir”, ha resumido Montes, de 55 años.
Tras las críticas de MDyC y el PSOE la pasada semana, la Ciudad aseguró que con el Tarajal se quiere hacer lo mismo que en Piniers en el marco de la desescalada tras la crisis de mayo. Varias formaciones políticas han pedido explicaciones a la Ciudad sobre qué va a pasar con estas personas y qué opciones se les ofrecerán.
No veo a ningún comentarista voxiano defender aquí a SUS españoles.