Según un documento del gobierno general del África Occidental Española, el mismo especifica que desde la entrada en vigor del cese del fuego, cuya fecha fue el 30 de junio de 1958, no existe variación alguna, continuando las Fuerzas Españolas desplegadas en las mismas líneas.
En lo que se refiere a las Bandas Armadas del Ejército de Liberación Marroquí dichas fuerzas guarnecen igualmente las líneas propias, comprobando que la población indígena se dedica a sus labores agrícolas.
El jefe y las infiltraciones
Las mencionadas Bandas Armadas del Ejército de Liberación Marroquí tenían como jefe principal a Ben Hammu, de unos 30 años, con bigote recortado y pelo corto negro. Un individuo que ejercía una férrea disciplina sobre sus subordinados, de muy poca cultura, y afirmaba que comió pan por primera vez cuando combatía en las filas del Ejército francés, en el cual alcanzó el grado de suboficial.
Dichas bandas poseían armamento, la mayor parte moderno y con abundante munición, así como vehículos todoterreno, gran parte de procedencia americana, cedidos unos y otros sustraídos de las bases americanas en territorio de Marrueco. En cuanto a los medios de transmisiones tenían estas estaciones de radio con estos indicativos: “Gleimin (A-21), Tan-Tan (M-12), Aaiun-Draa (L-20), Assa (N-11). Mirleft (S-14), así como varias emisoras móviles, entre las que se encontraban la (K-19) y (A-23), en la zona del Messied”.
Todos estos datos proceden de documentos secretos del Estado Mayor del África Occidental Española. Ampliando más datos sobre esta organización constan estos otros: “los núcleos disidentes se encuentran al sur de Tan-Tan, sur del Messeied, sur de Anotte, Tuigsi Remtz, Paralelo 27/40, y sus jefes son estos: el Jatri Uld Saaid Yumani, de Erguibat, el cual manda un grupo de unos 150 hombres, Mohamed el Jer de Izarguien, éste al mando de 50 hombres, sobre la pista Abatin-Messeid. Ahmed Eld Hamunadi Uld Hamiminim de Erguibat, también al mando de 50 hombres, Mohamed Uld Bol-La de Erguibat, este con una pequeña partida. A todos estos grupos se les presta apoyo en cuanto a víveres, medicamentos, etc., desde el puesto de Lehermeira.
Otro notable de Erguibat, Habutla Uld Sidi Uld Ammar, este al mando de una partida de unos 400 hombres en la zona sur de Anotte-Tuigsi. Otro era Abua Uld Bejul, con una partida de 100 hombres, al sur del Messeied, recibe suministro de los franceses desde Fort Trinquet”.
Los puestos de escucha del servicio de Transmisiones del gobierno general de Ifni, el día 11 de febrero de 1958, captaron este texto de la emisora marroquí (A21) Gulimin a (M-12) Tan-Tan: “el gobernador informa de que uno de los camiones se dirigió a Chebeica con 10 soldados en la mañana de hoy. Esto es un insulto y por ello debes apoderarte de los coches... el Gobierno Civil, después entrareis en los centros. Estad en contacto con nosotros para comunicarnos cualquier novedad. Mañana a las 10 saldrá avión. Ben Said”.
Todo este texto fue captado en árabe y traducido al español. En otros textos se viene a comprobar que dichas bandas eran incontrolables, y que las mismas eran una pura anarquía. En otro documento, también secreto, consta que el 12 de marzo de 1959, se reunieron en Bujahebic unos 600 hombres, la mayor parte de tribus tecnas, donde estaban presentes los jefes de Izarguigen, y los Chiujs de Yagut, Ail Usa y Ait Lashen. El príncipe presente prometió llevarse a los marroquíes del Sáhara, organizando grupos para seguir luchando por la anexión del Sáhara francés y español a Marruecos.
Los informes del agregado militar francés
Sin lugar a duda alguna, las autoridades francesas siempre fueron muy por delante de las autoridades españolas, en cuanto a la información sobre las bandas y, especialmente, de los delirios anexionistas del reino alauita. Ello queda demostrado en lo que consta en un documento del Estado Mayor del Ejército, nº 686 de 4 de junio de 1960, el cual así dice: “el agregado militar francés en la Embajada de Francia en Madrid ha proporcionado una información del Estado Mayor de la Defensa de Francia sobre la actual situación en el sur marroquí, respecto a la tribu Erguibat en Ifni. Parece ser que hay unos 300 o 350 hombres de las Bandas Rebeldes del Ejército de Liberación Marroquí, al mando de Si Ali Usini, ex jefe de los Mokatas, y no incorporados dentro de las Fuerzas Reales de Marruecos.
Estas bandas, aunque figuren dentro de las Fuerzas Reales de Marruecos no controladas, de hecho están apoyadas por las Fuerzas Reales de Marruecos, especialmente por el XX Batallón de Gulimin, el cual tiene orden de atender las necesidades logísticas de estas bandas rebeldes”.
El plan de los jeques que dirigen los asuntos de las tribus son estos: Leheil Uld Bellall, Mohamed Uld Halil Abdaba Ul Ayema, Sid Moh Uld Brahim, Mulay Uld Muichi y Mohamed Arebi Uld Chej. Todos estos jeques son pagados por Marruecos a razón de 50.000 francos mensuales para Lehib y de 30.000 a 40.000 a los restantes, los cuales no tienen otra misión que ser los representantes de las mencionadas tribus.
La categoría de los distintos jefes es esta: Ben Hammu (coronel), Dris Bubeguer (capitán), Brahim Tiguisti (se encarga de las funciones administrativas de las bandas rebeldes del Ejército de Liberación Marroquí).
Dris el Harti (encargado de la liquidación del Ejército de Liberación Marroquí), Dris el Alaui (en la Escuela Militar de Mekinez), para ser promovido a teniente Melad Uld Labil en Ait Baamaran, y Ben Mohtar, que definitivamente se integrará en las Fuerzas Reales de Marruecos.
Puede que la lectura de lo que se especifica a continuación suene a extravagante, o animosidad de cargar todo negativo a las bandas rebeldes, pero un diario extranjero así hablaba de estas bandas: “un Ejército de Liberación, compuesto por bandoleros y saqueadores, que avanzan entre muertos al grito de libertad. Ya hacía muchos años se decía, ¡Libertad, libertad! Cuántos crímenes se cometen en tu nombre, en este Ejército de Liberación no existen tratados, ni derecho internacional, todo ello en estos individuos es letra muerta”, Diario Novedades, 12 de diciembre de 1957, Lisboa.