Algo más de 200 mujeres marroquíes han conseguido regresar a su país en las dos repatriaciones llevadas a cabo esta semana. Repatriaciones que tienen un enorme trabajo previo de la Policía Nacional y la Delegación del Gobierno y que persiguen ser repetidas hasta lograr que todos los marroquíes que lo deseen puedan volver a sus hogares. Algunos ya han dicho que no, que se quedan porque están trabajando en Ceuta. Otros se mueven de un lado a otro confundiendo las directrices establecidas, pensando que hay otra forma de hacer las cosas cuando la única vía establecida es echar mano de los números de teléfono habilitados por la Delegación del Gobierno. Y las cosas, de momento, están haciéndose bien; cosa que debe destacarse en comparación con las repatriaciones del pasado mes de mayo. Se está llevando a cabo el traslado de personas a otro país, tratándose además de Marruecos, con gestiones muy complicadas que pueden estropearse por un simple gesto o por un malentendido. Es mucho lo que se ha trabajado, llamado y gestionado para llegar hasta aquí, para iniciar un camino que, si hay suerte, podrá continuar con la salida de los marroquíes atrapados de una manera ordenada, gradual y clara. Sin listas que aparecen por sorpresa, sin cambios. Seis meses han dado para mucho, han dado para demasiadas tragedias que han intentando ser contenidas de la mejor de las maneras. Confiemos en que, jornada a jornada, se pueda ir solucionando un problema derivado de la pandemia de la Covid-19.