La amarilla que vio Rodri Ríos, jugador de la AD Ceuta, por dedicar un gol a su padre, se mantiene. El Comité de Disciplina Deportiva de la Real federación Española de Fútbol ha ratificado la decisión, a pesar de las pruebas aportadas por jugador y club.
Los hechos sucedieron el pasado domingo en el Estadio Arcángel de Córdoba. Los caballas se medían al conjunto andalúz y el delantero del equipo ceutí anotó el 0-1 en el minuto 34. Entonces, Rodri Ríos optó por tocarse la cara, a la altura de la barba, mirando hacia las gradas.
La celebración fue interpretada por el árbitro, por los propios aficionados y también por algunos medios de comunicación, como una provocación a la hinchada local.
Nada más lejos de la realidad. Según aclaró el futbolista, se trataba de una dedicatoria para su padre, lo que provocó la rectificación de los comentaristas que habían insultado al centrodelantero.
Tanto el club como el futbolista aportaron pruebas de esta versión, especialmente a través de las redes sociales.
Sin embargo, la tarjeta amarilla que vio el jugador del equipo ceutí, se mantiene. Así lo ha anunciado el Comité de disciplina deportiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El motivo, que consideran que se trató de una decisión subjetiva del colegiado que ellos no deben juzgar, instando a los jugadores a que cuando celebren cualquier acción midan las posibles consecuencias que puedan tener en los aficionados.
En racha
El jugador de Dos Hermanas (Sevilla) es clave ahora mismo para que el Ceuta siga en esta racha positiva. Actualmente es el máximo goleador del equipo, con once tantos en Liga. Además, acumula una impresionante racha con numerosas ocasiones convertidas en las últimas semanas, que han valido un buen puñado de puntos para la AD Ceuta en su remontada hacia los puestos de permanencia en Primera RFEF.