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Es un centro concertado que en 1987 se reestructura para implantar la Educación Secundaria Obligatoria
El colegio concertado Beatriz de Silva nace de la unión de varias escuelas unitarias existentes en 1977. Una modificación de la ley educativa exigía aunar estos centros y es así como surge el actual ‘Beatriz de Silva’ que se levantó en 1980 en el edificio donde hoy se encuentran las aulas de Educación Infantil y Primaria.
Diez años después de sus inicios, un nuevo cambio de la ley obliga a una reestructuración de este colegio que se gestiona a través de una cooperativa. “Con la entrada en vigor de Secundaria, en el año 2000 ampliamos el centro con un edificio anexo para impartir la ESO que comenzó en 2001”, explica Gema Belmonte, presidenta de la Cooperativa que gestiona el colegio.
A día de hoy, son 709 los alumnos que cursan estudios desde Infantil hasta 4º de la ESO y su seña de identidad se centra en conseguir un lugar donde toda la comunidad educativa participe activamente. “Pretendemos que sea un centro abierto, que los padres se impliquen y colaboren en todas las actividades que desarrollamos”, apunta la directora del colegio, Gema Sevilla.
Por su parte, Belmonte apunta al objetivo que, como cooperativa, pretenden alcanzar en el centro. “Queremos destacar el trabajo cooperativo dentro del centro y es lo que pretendemos destacar”.
El colegio tiene entre sus objetivos lograr el sello de ‘Vida saludable’ que reconoce la apuesta por la adopción de hábitos sanos
El colegio Beatriz de Silva tiene, entre sus próximos objetivos, la obtención del sello de ‘Vida saludable’ que reconoce la apuesta por una existencia basada en hábitos sanos. Para ello, ha puesto en marcha un proyecto que trabaja la salud, el deporte, la alimentación o la higiene como pilares fundamentales de este programa. “Cada clase desarrolla una actividad concreta. En nuestro caso contamos con una pirámide de hábitos saludables y una vez a la semana celebramos el día de la fruta para fomentar una alimentación sana”, asevera José María Puya, maestro de Primaria.
Pero los hábitos alimenticios y la higiene son solo dos de los aspectos que se abordan en este proyecto. En algunos cursos se aboga por la lectura como uno de los pilares de un hábito saludable. “Este año se conmemora el centenario de la publicación completa de la obra Platero y yo y queremos implicar a los alumnos en la lectura, puesto que es la antítesis de todo lo que es una vida sedentaria delante de unas maquinitas. La lectura es algo muy saludable y hay que resaltar la vida sana que refleja Juan Ramón Jiménez en su obra al abordar naturaleza, flores, campo o cariño por los animales”, comenta la maestra de Primaria, África de la Vega.
Este hábito enlaza con el ‘Proyecto lector’, un programa que, como su propio nombre indica, busca el fomento y gusto por la lectura. Una de las actividades es ‘El libro viajero’. Los alumnos redactan una historia con ayuda de sus padres y posteriormente la exponen en el aula.
El proyecto de Igualdad se centra en el compañerismo y en la elaboración de talleres para evitar conflictos escolares. En la misma línea, el pasado año dio comienzo el programa ‘Mejoremos la convivencia’. “Decidimos trabajar esos aspectos de la convivencia en los cursos de 5º y 6º de Primaria. Se han desarrollado actividades para trabajar en clase y se abordan aspectos relacionados como el respeto, los sentimientos o el autocontrol”,
Durante el primer trimestre del curso se llevaban a cabo talleres en el recreo al que acudían los alumnos que están involucrados en algún conflicto y allí mismo trabajan el problema con una psicopedagoga.
Y como muestra de convivencia, hace unos años el centro editó un libro de recetas de las cuatro culturas que conviven en la ciudad ‘Todos a la mesa’.