En el alcornocal,
un halo de luz se va extinguiendo.
Toca esperar. Toca expirar.
Brilló, eclipsó, agotó su tiempo.
¡Solemne funeral!
Madroños y luciérnagas de cirios negros.
La liebre urde un ritual, inmemorial, espiritual,
de extrañas danzas y movimientos.
Un frío sepulcral hiela el manantial.
La lagartija y el ratón dan la extremaunción.
¡Águila imperial!
Se sienten susurros, silba el viento…
Bajo la bóveda celestial,
el alcornocal ensombrece somnoliento.