La nueva concesionaria del servicio de transporte público en autobuses urbanos será la licitadora que oferte un mejor precio por billete ordinario (sin poder sobrepasar en ningún caso los 1,01 euros) y que plantee la solución más valorada para el establecimiento de una línea circular que conecte las que van desde la plaza de la Constitución a Recinto y la frontera con los centros comerciales ubicados en Parques de Ceuta y las avenidas España y Juan de Borbón. La tarifa más baja pesará hasta un 90% y la línea circular hasta un 10% en la ponderación de las ofertas del concurso que la administración prevé lanzar en breve habida cuenta de que la prórroga extraordinaria concedida a ‘Hadú-Almadraba’ a finales de 2020 expira en medio año.
Fuentes del Ejecutivo han indicado que la concesionaria deberá mantener las nueve líneas operativas con una frecuencia de entre 8 y 60 minutos. También deberá haber un sistema de intercambiabilidad entre líneas, para lo cual será necesario que el sistema informático registre la hora de acceso y bajada del autobús. Entre la bajada de una línea y el acceso a otra no podrán transcurrir más de 20 minutos, salvo que la siguiente salida de la segunda línea sea posterior.
La concesionaria deberá contar con una flota de al menos 26 autobuses (24 de 12,5 metros de largo y dos más cortos, de 10,5). Dos tercios (un mínimo de 18) tendrán que ser nuevos y al menos una decena disponer de motorización híbrida. La edad media no podrá superar los 10 años de antigüedad y en ningún caso podrá utilizarse ninguno con más de 15 años.
Los vehículos tendrán que estar dotados de suelo bajo y aire acondicionado, así como cumplir con la normativa afectante a personas con movilidad reducida y discapacidad sensorial.
En materia de instalaciones, la empresa tendrá que tener una zona de estacionamiento con capacidad suficiente para albergar a toda la flota; otra de mantenimiento y reparación “dotada de los medios adecuados”; una más de almacén “con capacidad suficiente para contener los repuestos y consumibles necesarios para el correcto funcionamiento del servicio”; y otra de oficinas “para usos administrativos y de atención al público”.
La Ciudad se hará cargo del coste del establecimiento de tarifas reducidas, tanto para bonobús como para grupos vulnerables, y también prevé asumir compensaciones en favor de la adjudicataria del servicio si algún año no llegase a transportar a al menos 5 millones de viajeros.
El plan del Ejecutivo local es hacer balance cada mes del volumen de pasajeros transportados y, si en alguno no se alcanzaran los 416.667, garantizar “un beneficio razonable de 0,05 euros por pasajero”.
El Ayuntamiento de Ceuta se subrogó en septiembre de 1969 en la concesión administrativa otorgada por el Ministerio de Obras Públicas para el transporte mecánico de viajeros en Ceuta que todavía presta ‘Hadú-Almadraba’. El 23 de diciembre de 2020 se acordó “como medida de emergencia ante el riesgo inminente de interrupción, la adjudicación directa del servicio público de transporte urbano en autobús por el plazo de dos años” a esa misma compañía.
El personal con que cuenta el actual concesionario será subrogado por el licitador que resulte adjudicatario del concurso, que deberá disponer de personal administrativo, de mantenimiento (reparaciones y conservación), conductores-cobradores e inspectores-controladores.
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