El Pleno ha acordado este viernes estudiar la puesta en marcha de una línea de ayudas específicas para personas ucranianas con protección temporal similar a la articulada por el Estado, que dejó fuera a Ceuta y Melilla de su distribución aunque finalmente el ministerio articuló un respaldo puntual a través de Andalucía Acoge para ese colectivo. Su cuantía será de alrededor de 400 euros al mes por persona adulta más 100 por menor de edad a cargo.
El PSOE había solicitado “eximir a los ciudadanos ucranianos con protección temporal del requisito de llevar dos años empadronados en Ceuta para poder tener acceso a las prestaciones que ofrece la Consejería de Asuntos Sociales”, que este verano se las ha retirado a algunas familias refugiadas en la ciudad con ese argumento, pero el PP ha argumentado que el Reglamento no se puede cambiar de la forma pretendida.
Dunia Mohamed ha asegurado que su departamento se puso en contacto sin éxito con el Ministerio de Inclusión cuando supo que Ceuta había sido excluida del Real Decreto que regula la concesión directa de subvenciones para financiar la prestación de una ayuda económica directa a las personas beneficiarias del régimen de protección temporal afectadas por el conflicto en Ucrania que carezcan de recursos económicos suficientes.
La consejera también ha asegurado que ha ofrecido a la familia de Oksana Berehzna, que reside en la ciudad con sus tres hijos menores desde marzo, diferentes apoyos “puntuales” y alternativas habitacionales que, según su versión, han sido rechazadas.
La activista Maribel Lorente, a la que Oksana trata de madre tras integrarse en su familia durante 13 años como huérfana, remitió al ministro José Luis Escrivá una carta en la que denunció la “sorprendente” exclusión de las ciudades autónomas del programa de ayudas y le explicó que “hemos realizado infinidad de gestiones para poder acceder a algún tipo de ayuda que permita a esta familia sostenerse económicamente aunque, en primer lugar, me gustaría señalar el interés de la madre por ser suficiente económicamente”.
Ese dinero le hace mas falta y está mejor empleado en los parados de la ciudad, los ucranianos tienen lo que se han estado buscando durante una década, además que co. nos importa a nosotros Ucrania, esto es otro cuento más para robarnos a manos llenas, la solidaridad bien entendida empieza por uno mismo, no es de recibo en absoluto que andemos dando el dinero que no tenemos a gente extraña mientras los nuestros piden en la calle o se tienen que dar al delito para poder comer, tanta hipocresía para seguir robándonos ya solo se arregla con la guillotina.