El reputado fotógrafo inaugura su nueva muestra, un recorrido en blanco y negro por ambas ciudades. Abierta en el Museo hasta el 26 de marzo. Gran expectación.
Entre Chauen y Nueva York hay una línea invisible del globo, cientos de kilómetros, árboles, mares, horas de vuelo, hay muchos mundos en el mismo. Y hay también un nexo de unión mágico y hermoso, un punto de encuentro extraordinario que encuentra en las fotografías que Hamadi Ananou presentó anoche en el Museo de Ceuta del Paseo del Revellín, donde permanecerán expuestas hasta el 26 de marzo, el mejor ejemplo posible y acaso soñado.
Chauen y Nueva York, tan diferentes, emparejadas, hermanadas, embellecidas en la veintena de fotografías en blanco y negro del reputado fotógrafo melillense, aunque ceutí de adopción y de corazón. “Una tarde de comienzos de los noventa”, cuenta Ananou acerca de la gestación de la muestra, “en una pequeña estancia del hotel Casa Hassan de Chefchaoun, conocí a un personaje de quien hoy tomo prestada su historia”. “La necesidad de exprimir las sensaciones vividas esa tarde, hizo que olvidase el nombre y la dirección de aquel neoyorkino, a quien he buscado incesantemente sin ningún éxito. Unos veinticinco años después quiero rendir homenaje a ese personaje anónimo, y no se me ocurre mejor forma que hacerlo a través de mi fiel compañera, la fotografía: recobrando aquel diálogo entre ambos lados del océano, entre ambas ciudades”, narra el fotógrafo, que anticipa al visitante también: “Comenzaremos con las fotos de la ciudad marroquí, para luego mostrar sus paralelas de las estadounidenses, teniendo en cuenta que somos iguales y distintos”.
De tal espectáculo artístico fue partícipe ya el primer día, ayer, jornada de inauguración, decenas de ceutíes que, incluso antes de la hora programada, se agolpaban en la puerta. No podían faltar tampoco numerosos miembros de las autoridades locales, poniendo, una vez más de relieve, el cariño y reconocimiento que esta ciudad siente por el fotógrafo.
Todo, además de arropar, dialogar y felicitar a Ananou, disfrutaron descubriendo cada matiz, cada encanto, cada diferencia y cada parecido de las fotografías expuestas: sombreros en una tienda lujosa de Nueva York y sombreros regionales marroquíes sobre las cabezas de mujeres sentadas en el suelo; una carga pesada de hojas y ramas sobre la espalda encorvada de una mujer avejentada y el puesto de flores, limpio y ordenado, que cuida en Nueva York un señor con pose relajada.
Son los diálogos que, en forma de fotografías en blanco y negro, mantienen ambas ciudades, ambos mundos, con un moderador que actúa con omnisciencia y sabiduría.
La muestra sobre Ceuta y Lisboa, dos años en el Museo
La muestra de Hamadi Ananou, abierta hasta el 26 de marzo en el Museo de Ceuta, dará paso a una nueva etapa en este sitio, que durante dos años estará copado por una única exposición: la que reconstruye la historia de Ceuta y Lisboa, operativa aún en la capital lusa. Así lo confirmó anoche la consejera de Cultura, Mabel Deu, quien asimismo abrió las puertas de otros enclaves para los artistas locales o foráneos.