Granada ha sufrido este sábado, a mediodía, un nuevo terremoto, más fuerte que el que se registró el pasado mes de diciembre, y que ha vuelto a poner en alerta a los vecinos de la ciudad andaluza, así como de su área metropolitana. Según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el seísmo ha sido de magnitud 4,4 con epicentro en la localidad granadina de Santa Fe, el segundo que se produce en este municipio en las últimas horas y el décimo desde el pasado miércoles.
Este seísmo ha sido sufrido también por ceutíes presentes en la ciudad granadina y que han notado perfectamente como temblaba sus casas o las tiendas de la zona, a las que las grabaciones de personas han puesto imagen a las consecuencias de este terremoto que ha sido de V según el baremo del IGN, que especifica que se ha notado en más de medio centenar de localizaciones de la provincia de Granada, entre ellas la propia capital.
"Estaba dormida, me he levantado porque ha empezado a sonar el hormigón de las paredes y digo no me lo puedo creer. Al abrir los ojos he visto toda la habitación moviéndose", ha contado Natalia Raya, ceutí que reside actualmente en Granada. "Algunos dirán que soy exagerada, pero ha sido importante, peor que el de diciembre, más grave, pero no ha pasado nada", añadía esta caballa, que tras sufrir este temblor "no me quiero ni imaginar lo que pasa la gente asiática cuando hay terremotos de escala más fuerte".
Este terremoto ha sido "increíble", cuenta Natalia a El Faro. Ha temblado la habitación, pero en otros lugares también ha habido importantes movimientos, como tiendas a las que se les han caído estanterías. Lo peor ha estado en la localidad de Santa Fe, donde ha habido viviendas dañadas, con un herido leve y un arco histórico dañado tras este seísmo de Santa Fe.
"Para alguien que no está acostumbrado a terremotos como nosotros, ha sido algo bastante fuerte", explica Natalia, que cuenta que su primera reacción al abrir la ventana de la habitación de su casa -donde estaba en el momento del temblor- ha sido asomarse y charlar con los vecinos que también estaban allí, coincidiendo en que ha sido "increíble".
Esta ceutí lo primero que ha hecho ha sido llamar a su madre, tranquilizarla, y se queda con el lado positivo de lo vivido: "Una vez que lo ves, y sabes lo que está pasando, que no es nada malo, lo disfrutas. Es increíble que el planeta pueda hacer esto", finaliza.