El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este viernes la orden de prórroga para mantener clausurados, con carácter temporal, los pasos habilitados para la entrada y la salida de España a través de las ciudades de Ceuta y Melilla hasta las 24.00 horas del próximo 15 de junio.
Kaoutar H.J., esposa de Fouad H., es una vecina de 37 años que vive en “los pisos de colores” de Loma Colmenar y está ansiosa porque llegue ese día y poder volver a abrazar a su marido. Kaoutar y Fouad, de 43 años, son marroquíes de nacimiento, pero llevan diez años en Ceuta, donde nacieron sus dos hijos.
Fouad tiene solicitada la nacionalidad, pero de momento solo ha conseguido el permiso de residencia permanente. Fue unos días antes de que cerraran la frontera a Marruecos para llevar a su madre a Rabat porque tenía que operarse de la rodilla. En Rabat fue donde le sorprendió, el día 13 de marzo, el anuncio de Marruecos de que cerraba todas sus fronteras terrestres y aéreas. “Como estaba en Rabat con mi madre no me dio tiempo de regresar antes y cuando quise llegar a la frontera ya estaba cerrada”, comentó Fouad. “Me enteré porque mi mujer me llamó el jueves 12 y me dijo que van a cerrar la frontera y cuando abrieron para los españoles me acerqué para entrar y me dijeron que solo podían entrar los españoles y yo tengo residencia”, continuó, “pero no me dejaron”.
Durante estos dos meses “gracias a Dios” ha podido quedarse en casa de sus padres en Castillejos, por lo que no le ha faltado de nada.
“Llamé a Exteriores y me han dicho que de momento no pueden hacer algo por mí. Tengo que esperar hasta que lleguen a un acuerdo el Gobierno español con el de Marruecos”, prosiguió.
No obstante, aunque está “cansado” y quiere volver a su hogar y estar con su familia, permanece tranquilo porque en Castillejos “aún no hubo ningún caso” positivo por coronavirus.
“Mi hijo, el de 14 años, entiende la situación más o menos, pero el pequeño no. Cuenta los días que faltan para que pueda volver. Me dice me estás mintiendo. Cada vez que hablo con mi hijo pequeño empieza a llorar y se esconde. No quiere verme en videollamada”, comentó emocionado.
Fouad vive en Ceuta pero está acostumbrado a permanecer lejos de su familia porque pasa largas temporadas fuera por motivos de trabajo. “Como sabes, en Ceuta es difícil encontrarlo. Entonces, trabajo en la hostelería por temporadas en Cataluña en un pueblo de Girona que se llama Cadaqués”, explicó.
El año pasado trabajó siete meses en este pequeño pueblo costero, de marzo hasta octubre. Confiesa que fue “muy duro” estar lejos de su familia, pero que “esto es más duro porque no sé cuándo voy a poder volver estando tan cerca como estoy. Lo otro, por lo menos, era por trabajo”, continuó. “Cuando regresé a mi casa les prometí a mis hijos que nunca más me alejaría de ellos. A veces me vienen unos pensamientos de que le puede pasar algo a mi familia y no puedo hacer nada porque estoy aquí”, relató. Eso hace que por las noches no consiga dormir bien.
También está preocupado por su hijo pequeño. Tiene siete años y problemas cardíacos. En 2015 le hicieron un cateterismo y tenía cita de revisión en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla el pasado 13 de marzo. “Esos días tenía infección en la muela y su madre llamó al hospital para contarlo a su cardiólogo. Le dijo que mejor que no lo llevara porque el niño tenía fiebre y no valía de nada la revisión. Después se puso muy mal, ha tomado antibióticos durante un mes y medio y no se mejora para nada. Y no podía ir al médico por lo del confinamiento. Ni te digo lo que he sufrido con este tema”.
La Embajada de España en Marruecos confirmó este pasado jueves que el Gobierno fletaría varios barcos desde la próxima semana para transportar a los cientos de ciudadanos o residentes en España que llevan más de dos meses ‘atrapados’ en Marruecos. El día 22 de mayo saldrá desde Tánger a Málaga el primero de ellos, por lo que Fouad ha rellenado el formulario y espera “tener la suerte de poder ir en ese barco” y, “si dios quiere”, reencontrarse cuanto antes con su familia en Ceuta.
Vamos que es Marroquí....
Manda huevos, otra historia que no se sabe para qué se publica aquí. Este hombre es marroquí. tiene la residencia en Ceuta pero trabaja siete meses en Cataluña. Anda ya, esto es un "tongo". Quédate en tu país, Marruecos, y ya está bien de chupar del bote.