Ceuta y Algeciras, como ya sucede con Melilla, deben ir de la mano para buscar soluciones a los problemas que les son comunes. Y la posible suspensión de la conexión aérea entre ambas ciudades que ahora garantiza la empresa Hélity es un problema grave que afecta, con la misma importancia, a ambas ‘hermanas’ separadas por el Estrecho. Aprovechando la visita del alcalde de Algeciras a la ciudad, José Ignacio Landaluce, el presidente Vivas fijó una ruta común para desbloquear este asunto, buscando en Madrid la solución a una problemática que no puede ser aguantada por más tiempo por Hélity, a cuya empresa nada se le puede criticar porque ha peleado desde el primer día por conseguir lo que hoy es un hecho: que Ceuta puede disponer del enlace aéreo. Hay un compromiso de las dos ciudades por lograr que la conexión no se pierda, evitando el lastre de las tasas portuarias que tando daño está haciendo a los empresarios. Esa es la vía, la del consenso para conseguir la obtención de beneficios para ceutíes y algecireños que, hoy por hoy, garantizan estar conectados a pesar de la fiereza de los levantes. Y eso es, sin duda, un gran adelanto.