El 34,5% del
profesorado español de
enseñanza pública no universitaria tiene más de 50 años, mientras que solo el 6,8% se encuentra por debajo de los 30. Ceuta es la región con
mayor porcentaje de docentes por encima de los sesenta, concretamente un 11%. En términos absolutos se trata de 158 maestros y profesores de los que 35 ya han cumplido 65 y más.
Según un informe elaborado por
UGT con datos desglosados de todas las autonomías, “los recortes producidos a partir de la crisis de 2008, que limitaron drásticamente la tasa de reposición de efectivos, y el insuficiente número de convocatorias para la cobertura definitiva de las plantillas han originado un envejecimiento excesivo de la plantilla docente” que ve “urgente” revertir.
La situación es aún más “preocupante” en Educación Secundaria, donde el número de los mayores de 50 años asciende al 38,4%, y en donde solo el 5,1% es menor de 30.
En los centros públicos de Ceuta trabajan 65 docentes con menos de 30 años, 331 que están en la treintena, 522 que han cumplido los 40 y no llegan a los 50, 354 en la siguiente franja de edad y 128 sexagenarios.
Unicamente Navarra presenta unos valores superiores al índice de distribución de edad de la OCDE, con 0,65. El grueso de las comunidades se encuentran muy alejadas del índice óptimo, por debajo del 0,20. Es el caso de Valencia,
Melilla, Andalucía, Canarias, País Vasco, Cantabria, Asturias, Castilla y León, Ceuta, Extremadura, Murcia y Galicia (que tiene el índice más bajo, inferior al 0,10).
Otro grupo se sitúa en valores superiores al 0,20, como es el caso de Cataluña, Baleares, Castilla-La Mancha y Aragón (ya con valores próximos al 0,30). Por último, existen otras regiones, aunque pocas, que se sitúan en valores superiores al 0,30, en el que se encuentran Madrid y La Rioja. Estos datos sitúan el índice total en España en un valor muy bajo, el 0,198, y muestran la “gravedad” de la situación, que desde el punto de vista de UGT “no se resolverá únicamente con los procesos de estabilización y que nos muestra el desolador efecto que supusieron los recortes en educación en las plantillas docentes”.
UGT considera que es imprescindible hacer de la docencia una carrera atractiva, lo que exige contar con unas buenas condiciones profesionales y salariales. A ello contribuirían un equilibrado reparto entre la carga lectiva directa y el resto de tareas exigibles al profesorado y una promoción profesional estimulante, atractiva, flexible y bien incentivada.
Además, ve urgente “eliminar la tasa de reposición” y la inclusión de otras figuras, como la jubilación parcial, que permitiría combinar la experiencia docente acumulada a lo largo de los años y la incorporación de nuevos profesionales.