Cepaim ofrece una nueva arma contra la discriminación en Ceuta

La Fundación Cepaim ha puesto en marcha este verano en Ceuta un Servicio de Asistencia y Orientación a Víctimas de Discriminación Racial o Étnica que en apenas tres meses, desde el 6 de junio, ya está gestionando quince casos en la ciudad autónoma. La iniciativa tiene el impulso del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), un órgano colegiado creado en 2009, adscrito al Ministerio de Igualdad y de obligado cumplimiento por la UE para prevenir e intentar eliminar ese tipo de lacras sociales.

La entidad, que trabaja en distintos proyectos en la ciudad desde 2015, se ha hecho cargo como entidad prestadora de este proyecto, que en otros puntos del país está activo desde hace años. La técnica del Servicio, Nawal Ahmed, explica a El Faro que se trata de un respaldo “estatal y gratuito para cualquier persona con independencia de su origen que haya sido o se haya sentido discriminada”.

La profesional se encarga de “entrar en contacto con posibles casos de discriminación, ya sea porque las víctimas nos lo trasladan por teléfono [en el 900 20 30 41 o a través del 651 28 10 44], por correo electrónico [dirigido a nawalahmed@cepaim.org] o presencialmente [en la calle González Besada, donde su sede abre de 9.00 a 15.00 horas de lunes a viernes y de 16.30 a 19.30 los martes, miércoles y viernes]”.

“En tres meses llevamos alrededor de quince casos que nos han llegado desde fuera o a través de derivaciones internas”, amplía Ahmed, que avisa de que “no hay un perfil concreto de discriminación en la ciudad”. “Se puede sufrir en cualquier ámbito, en el educativo, en el social, en el laboral, en temas de vivienda... Y en cualquier momento”, alerta.

La gestión de cada alerta incluye, en primer lugar, una entrevista inicial a la persona que denuncia “garantizando su privacidad y la protección de datos”. “A partir de ahí hacemos una pequeña investigación para intentar corroborar que los hechos se han producido, contactamos con la otra parte, el agente discriminador, y tras escuchar su versión intentamos mediar”, desgrana la técnica.

Si el caso se considera efectivamente discriminatorio se trata de conseguir una solución satisfactoria (por ejemplo, consiguiendo que alguien que no alquilaba una vivienda a personas de raza árabe cambie de criterio). Si no se buscan salidas “extrajudiciales” o se apela al Defensor del Pueblo. Al final, si la persona quiere, se abre la vía judicial, amparada por la nueva Ley de Igualdad de Trato. De momento ninguno de los casos conocidos en Ceuta ha llegado tan lejos.

Hasta ahora la organización no gubernamental, que tiene como prioridad “trabajar por la convivencia, la interculturalidad y la gestión de la diversidad”, ha desarrollado distintos proyectos que le permiten trabajar con alrededor de medio millar de ceutíes.

“Tenemos diferentes programas y cada uno lleva a cabo una acción social u otra”, detalla Ahmed. Cepaim mantiene activa media docena de proyectos. El ‘Desactiva Racismo y Xenofobia’, financiado con el 0,7% del IRPF, busca “sensibilizar y dar información sobre esos temas con formaciones, talleres...”.

“En el área de Intervención con Jóvenes y Familias tenemos dos programas muy importantes: el de urgencia social para familias vulnerables o en riesgo de exclusión social, financiado por los Servicios Sociales de la Ciudad para cubrir necesidades básicas, y el ProInfancia que sufraga la Fundación la Caixa, para la que somos entidad coordinadora, prestadora de servicios y referente a la hora de asistir a unidades familiares con menores con entre 0 y 18 años en situación de pobreza o exclusión social”, añade la técnica, que advierte que “las personas que sufren discriminación racial o étnica suelen estar también en vulnerabilidad”.

En el campo de Igualdad de Trato y No Discriminación la entidad sin ánimo de lucro gestiona también ‘Más Adelante’, con el que ofrece asesoramiento y orientación laboral a mujeres. Para terminar, Cepaim ofrece aquí otra línea de atención telefónica y presencial a personas que han sufrido algún tipo de discriminación que se diferencia del nuevo Servicio en que sus objetivos, “no exactamente iguales”.