La primera tortuga boba de la temporada ya se encuentra al cuidado del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM). Sus cuidadores han comprobado que presenta ciertos problemas de flotabilidad debido a la ingesta de plásticos y en la parte de arriba de la concha han notado que tiene problemas de parásitos.
El animal será desparasitado cuando venga un veterinario que le hará un examen médico y será liberado, estiman desde la Cecam, en aproximadamente unos diez días. El centro de La Almadraba rescata y cuida de media a una veintena de tortugas de esta especie cada año.
El procedimiento habitual en el rescate de estas tortugas pasa por dejarlas en un recipiente de agua dulce que elimina los parásitos que habitan en el reptil, que vive sobre todo en entornos de agua salada. En este caso, permanecerá varios días mientras recibe todas las atenciones que permitan devolverla de nuevo al agua.
La devolución de las tortugas que cuida el CECAM se ha convertido, cada vez más, en un evento que reúne a familias y niños. El año pasado, el Centro rescató, cuidó y soltó de nuevo a aguas del Mediterráneo a alrededor de 40 ejemplares de tortugas. La mayoría fueron bobas, aunque también se atendió a varias tortugas de la especie verde.
Estos factores también se suman al económico, y es que el centro de La Almadraba depende de concesiones públicas que llegan por parte del Ministerio de Medio Ambiente, por lo que es fundamental que la labor, aparte de necesaria, sea efectiva. Lo que sí se ha producido en los últimos años es una mayor concienciación por salvar la vida de estos animales. “Antes de 40 tortugas, 38 morían, ahora todas las que se han cogido están vivas", recordaron el año pasado los empleados del Centro. En La Almadraba ya están preparados para el salvamento de cualquier especie en peligro.