El Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM) ha soltado a la última tortuga recuperada en las redes de la almadraba aquejada de problemas de flotabilidad por la ingesta de plástico. Al igual que el resto de ejemplares rescatados, pertenece a la especie caretta caretta, más conocida como boba. Con ésta, ascienden a 20 los quelonios rescatados y liberados en lo que va de temporada. “Este año ha ido mejor que el anterior, porque hay diez tortugas menos recuperadas, pero se ha trabajado muy bien y la Almadraba ha cumplido con su compromiso”, ha comentado el presidente del CECAM, Juan Carlos Rivas, quien ha destacado que este año los rescates se han alargado en el tiempo con respecto a la pasada temporada. “En 2018 la última tortuga la soltamos en octubre y éste en diciembre. Quizá se deba al cambio de temperatura pero lo cierto es que el paso se ha aumentado dos meses”.
En esta ocasión, la suelta se ha producido en la playa del Chorrillo y ha contado con un amplio público, el formado por alumnos del instituto Abyla. “Llevamos toda la temporada concienciando a los jóvenes al ser los que más interés ponen y los que más se preocupan por este tema. Además, ellos aportan muchas ideas en las charlas y hacen preguntas curiosas, cosa que no hacen nuestros políticos que ni siquiera aparecen por aquí”, ha criticado Rivas.
Los más jóvenes son conscientes del grave problema que afecta a éstos y a otros animales marinos. “Como usamos comida que tiene plástica hay gente que lo tira al mar y algunos animales lo confunden con comida y se lo tragan”, ha comentado uno de los alumnos.
“Las redes de pesca también son malas para ellos porque se lían y se pueden cortar alguna pata”, ha señalado otro de ellos. Ante este problema, son ellos los que instan al resto de la sociedad a reciclar un material tan nocivo para la fauna marina. “No debemos tirar plásticos porque contamina mucho y las tortugas lo confunden con medusas. El plástico tiene que reciclarse”, ha dicho otra de las estudiantes que ha participado en la actividad.
Y es que la totalidad de las tortugas recuperadas padecen los problemas derivados de la ingesta de plástico que, desde hace unos años, invade nuestros mares. Precisamente, el ritmo del rescate de este último ejemplar ha estado marcado por la acumulación de esta sustancia en el interior del animal. “Estaba en el copo y tuvimos que subirla muy despacio para evitar la descompresión que ellas también sufren y vigilar que no se le acumularan burbujas. Por eso, durante toda la subida estuvimos mirándoles para que no ocurriera esto”.
La actividad ha concluido con una charla a cargo de uno de los voluntarios del CECAM que ha explicado a los jóvenes asistentes las características de esta especie, sus hábitos de vida o la importancia de reciclar para evitar que los plásticos se conviertan en el alimento de estos quelonios.
Por otra parte, Rivas ha señalado que, tras poner en conocimiento del Gobierno central la aparición de delfines mutilados, supuestamente procedentes de Marruecos, ambos países mantuvieron un encuentro que se saldó con la decisión del país alauí de sancionar las capturas de delfines, ballenas y focas monjes. “Automáticamente dejaron de aparecer delfines con las aletas y la cola cortada, aunque ahora se han encontrado un par de ellos, aunque sin amputaciones, solo con heridas provocadas por ganchos”, ha aseverado Rivas.