Los dos miembros de Comisiones Obreras que presentaron en el CES un voto particular a los Presupuestos de la Ciudad Autónoma para el año que viene lo efectuaron, entre otras razones, debido a que consideran este documento como “inservible” debido a que “responde a un objetivo central de recorte del gasto público en aras de salvar el equilibrio presupuestario y enfriar las cuentas públicas”.
Señalan que por estas razones no sirve en la lucha contra el paro y en profundizar para el desarrollo económico que, desde su punto de vista, han de ser los objetivos prioritarios han de plantearse las cuentas públicas.
Preocupación
Reafirman que la preocupante situación del mercado laboral, con diez mil parados, obliga a la Ciudad a un compromiso inequívoco en la lucha contra el paro y desde su punto de vista, el gobierno “se desentiende del problema y ante una situación de emergencia, el Gobierno no se puede limitar a a aportar su cuota de cofinanciación de los programas europeos. El Gobierno debe invertir en empleo”.
Asimismo reconocen que no pueden valorar positivamente unos presupuestos que “asumen y hacen suyo un recorte de los salarios de los empleados públicos en una media del cinco por ciento, de forma unilateral e incumpliendo toda la legislación en materia de negociación colectiva”.
Analizan que la citada medida hace recaer sobre las espaldas de los trabajadores públicos, de forma injusta, todo el peso de la crisis económica, “en aras del recorte del gasto público y el equilibrio presupuestario. Su aplicación pone en quiebra el principio de negociación colectiva , hasta ahora respetado por la Ciudad Autónoma y supone una ruptura con las normas retributivas que regulan la función pública española, abriendo un período de inestabilidad social”.
Un nuevo modelo de servicios sociales
Entre los razonamientos que también barajaron los miembros de Comisiones Obreras se encontraba también su opinión de que el modelo de servicios sociales sostenido por los presupuestos está totalmente desfasado y es inoperante. Señalan que carece de un nivel mínimo de eficiencia. Proponen una revisión en profundidad del modelo actual, basado en la gestión directa, la profesionalización, la calidad y la racionalización de los servicios.