Con la puesta en libertad del único presunto intermediario que quedaba en prisión, tras serle rebajada la fianza, no hay un solo investigado que se encuentre privado de libertad
El mediático
‘caso Emvicesa’ sigue sometido a la práctica de diligencias judiciales que vendrán, a su término, a completar una de las instrucciones más detalladas, extensas y complejas de las vividas en los juzgados de Ceuta. Hoy, superado de forma holgada el año y medio desde que se produjeron las primeras detenciones, ya no queda nadie en prisión. Esta misma semana pudo salir en libertad bajo fianza de 10.000 euros el único presunto intermediario que quedaba preso.
La rebaja del pago permitida por la instancia judicial ante la imposibilidad de afrontar los anteriores montantes, algo que fue puesto de manifiesto por la Defensa, ha servido para que desde este lunes el trabajador de Obimace, acusado de presunto enlace entre Antonio López y los compradores, ‘Frugui’, haya abandonado la cárcel.
Se había llegado a la situación de que todos, incluso el propio exviceconsejero, estaban ya en libertad menos él. Los recursos presentados verificando la insuficiencia financiera han sido atendidos hasta la firma del último auto.
Más de medio centenar de investigados engordan un caso de tanta envergadura que ha terminado marcando un hito judicial. No solo por su instrucción, sino por las consecuencias venideras ya que ni siquiera hay sede en Ceuta de tanta amplitud para, cuando llegue el momento del juicio, poder acoger su celebración.
Pero ese será el punto y final del ‘caso Emvicesa’. Todavía quedan diligencias por practicar, aunque el fin de la instrucción no tardará en llegar. En la hilera de tomos que lo integran se recogen las declaraciones de todos y cada uno de los presuntos implicados, de una u otra manera, en este asunto. En la cúspide: Antonio López. Ya en libertad bajo fianza y con firma permitida en un juzgado peninsular en donde reside. Él es la persona que, según la UDYCO, habría manejado la trama en torno a la presunta compra y venta de viviendas de forma ajena a los cauces oficiales, es decir, previo pago de determinadas cantidades.
Para ello se habría armado de colaboradores directos, de presuntos intermediarios para captar clientes. Personas que contaban con apoyo de los denominados conseguidores para llegar a quienes podrían mostrar cierto interés en obtener una vivienda pagando por ella, no siguiendo los cauces de una adjudicación reglada y sometida a criterios justos. Como complemento a esa particular pirámide de irregularidades asoman los pagadores y, en otro ámbito completamente distinto, la responsabilidad política que la justicia ve en toda esta historia que hizo saltar las alarmas en la política de vivienda del Gobierno. Y tanto lo hizo que se ordenó un cambio radical en la forma de adjudicar y reordenar la entrega de las viviendas de promoción pública.
Del ‘caso Emvicesa’ han nacido piezas separadas que siguen bajo investigación
La instrucción del ‘caso Emvicesa’ ha dado tantas sorpresas como número de investigados pero además ha derivado en la apertura de piezas separadas de investigación por presunto tráfico de influencias y posibles prácticas irregulares que siguen investigándose en los juzgados de Ceuta.
Porque no solo se trata de comprobar lo irregular de la política de vivienda, sino todo lo demás. Si los tentáculos del ‘a dedo’ llegaron a otros campos como colocaciones, concesiones de favores, predilección en selecciones, adjudicaciones de obras... solo porque las personas beneficiadas venían avaladas por un padrino.
Todas las Defensas personadas trabajan los informes en torno a sus patrocinados de cara a una gestión de este asunto que choca frontalmente con el estudio efectuado por el Ministerio Fiscal y la propia magistrada encargada de la instrucción del caso a pesar de los intentos por recusarla.