Hace más de 10 años una mamá preocupada por el futuro de su hijo decidió abrir una asociación que se encargara de cubrir las pocas necesidades de este niño que ya no estaban cubiertas. Poco a poco, fue encontrándose con gente en el camino que se fue uniendo al proyecto, gente que estaba empezando su andadura como personas y profesionales. Una maestra insegura que ha ido ganando confianza a lo largo de los años, una administrativa que llegó a hacer mucho más que papeleo y se impregnó de empatía, una mediadora que con constancia llegó a terminar su carrera y convertirse en una gran maestra, una psicóloga medio loca que no paró en su afán de charlar y muchos, muchos fisioterapeutas todos ellos aportando su granito de arena en esta enorme familia, y nuestra última adquisición totalmente mimetizada con nuestro espíritu. Han pasado multitud de personas, planes de empleo que de una manera un otra han dejado su huella y se han llevado nuestra impronta en sus corazones.
A lo largo de estos años han pasado padres, niños e incluso abueletes, Con algunos se ha congeniado llegando a forjar una bonita amistad, otros han desaparecido pero todos y cada uno han formado parte de la construcción de nuestra entidad. Hemos pasado de todo, momentos de inauguración, los comienzos llenos de incertidumbre, sin saber muy bien lo que teníamos que hacer ni hacia donde dirigirnos, momentos de crisis, momentos de desesperanza y sobre todo momentos de risas y complicidad. Esta asociación es parte de nuestras vidas tanto como nosotros somos parte de ella, aquí hemos formado familias, nos hemos desenamorado, nos hemos enfadado, nos hemos casado, nuestros niños han hecho comunión y están creciendo junto a ella.
Al igual que nuestros otros niños, los adoptados, que aunque no los parimos si formamos parte de su educación y de su vida, sufrimos sus operaciones, sus revisiones y nos entusiasmamos con sus logros. Con esos otros niños, hemos ido aprendiendo algo más que a educar, a modificar o a rehabilitar, aprendemos a superarnos a buscar alternativas y a renovarnos. Es por ello, que no celebramos sólo 10 años, sino 10 renovaciones 10 formas de hacer las cosas, y todo ello comenzó con el sueño de una mamá con esperanzas en hacer las cosas mejor, por todo ello en nombre de Apascide y de todos los que lo formamos... ¡¡¡Gracias, jefa!!!