El día 10 de Junio, cuando me encontraba en mi curso anual de convivencia, en la casa “ Los Jarales”, situada en la Vega de Antequera, me llegó la triste noticia del fallecimiento de la señorita Concha Carrillo Fernández, parienta de mi mujer, y con la que teníamos un trato íntimo, familiar y de convivencia.
Desde el primer momento la encomendé a Dios Nuestro Señory a su Madre maría Santísima, naturalmente, la tuve y la tengo presente en las misas, con la confianza qe que habrá sido recibida como hija de Dios, fiel y coherente.
En este sentido las oraciones y sufragios por su alma pueden ser ida y vuelta. Concha formó parte de la Coral de Ronda, hasta el último momento, prestando su delicada voz a la Virgen, a su hijo Jesús y a San José y a los que tuvimos la ocasión de oírla en ese conjunto, en los actos litúrgicos, y todo eso por amor.
Dado que no puede estar presente, me ha parecido bien esccribir esta carta a modo de pésame a sus hermanas Isabel, Lina, Pepa y familia. Esperando sea publicada, gracias anticipadas.