Uno de los acontecimientos más recurrentes en los tiempos que nos ha tocado vivir son los divorcios. En ellos influye, mucho, de manera determinante, el régimen de bienes que la pareja establezca. Cada vez son más los matrimonios que se decantan por un régimen de separación de bienes. Cada uno, lo suyo y cero problemas. Sin embargo, las parejas a la antigua siguen conservando lo que en derecho matrimonial se llama régimen de bienes gananciales. Es decir, todo a medias.
Pues eso es lo que le pasa a la calle principal de Benítez, que no deja de ser la carretera nacional N-354, propiedad de la Red Nacional de Carreteras del Estado pero que, al mismo tiempo, es una calle para los caballas de aquella zona. Una vía en la que aparcan, pasean o hacen deporte.
Esta carretera, o calle, en ‘bienes gananciales’ genera más problemas que beneficios. Sobre todo en su mantenimiento, conservación y adecentamiento. Si bien el Gobierno de la Ciudad intervino en algunos tramos de la vía para transformarlos en paseo marítimo, otros han quedado al descubierto, adecentados para su tránsito pero manifiestamente mejorable. Algunos vecinos de la zona de Benítez y Villajovita han alertado de las diferentes situaciones que se sufren en los cambios de tramo y en la deficiente conservación de la vía.
Fuentes del Gobierno ceutí han destacado que, al no tener la propiedad sobre la N-354, la competencia no es de la Ciudad.
No obstante, también se ha destacado desde la Ciudad que se ha realizado una petición de cesión del tramo urbano de esa carretera nacional. “El trámite se está realizando, se han dado diferentes pasos, y se encuentra en su proceso final”, señalan. En este sentido, parece que la cesión del tramo urbano de la N-354 depende de su aprobación en Consejo de Ministros, lo cual dificulta la finalización del trámite hasta que no exista un Gobierno central estable.
Hasta el momento en que pueda producirse la cesión del tramo urbano de la carretera nacional, la Ciudad tendría dificultades para poder mantener en perfecto estado esa zona.
Igualmente, desde la Ciudad han querido aclarar que no existe ningún problema de competencias, en el sentido de que está claro de quienes son las responsabilidades de cada una de las administraciones que intervienen en la conservación de la zona.
Los caballas tendrán que seguir esperando a que el ‘divorcio’ se produzca definitivamente para que se sepa en manos de quién queda la carretera N-354 o la avenida principal de Benítez.
Vaya qué casualidad que se quiere arreglar la que pertenece a territorio nacional y ¿qué pasa con el resto de carreteras pertenecientes a la ciudad? ¡Pásense por Avenida Ejército Español! Está de pena baches, zanjas, boquetes...que cualquier día rompen una rueda.