La Policía de Marruecos frustró un intento de contrabando de drogas en el puerto de Tánger ciudad, procediendo a la detención de tres personas que portaban hachís envuelto en sus cuerpos además de en vehículos.
Las autoridades incautaron 58 kilos de hachís y detuvieron a tres personas: dos ciudadanos marroquíes de 67 y 24 años, y un conductor de nacionalidad europea de 31 años.
El intento fue frustrado en el área de control de pasajeros, donde dos marroquíes fueron sorprendidos con aproximadamente 7 kilos de hachís envueltos con cinta para quedar adheridos a sus cuerpos.
En cuanto al ciudadano europeo, fue descubierto por el escáner que reveló la presencia de hachís oculto en una cavidad del chasis interno del vehículo.
A disposición judicial en Tánger
Los detenidos fueron puestos a disposición de la policía judicial competente, que abrió una investigación preliminar bajo la supervisión de la fiscalía especializada, con el objetivo de esclarecer todas las circunstancias del caso, identificar a todos los implicados y rastrear las posibles ramificaciones de estos actos delictivos.
Este tipo de pase se ha hecho común entre personas que son utilizadas a modo de mulas para colar sustancias estupefacientes. De hecho, en Ceuta han sido detenidas varias personas siguiendo este método de pase, procediéndose a detenciones incluso de madres que usan a sus hijos menores para traficar.
Ya no solo es que la lleven adosada, sino que puedan ocultarla dentro de sus propios organismos con la intención de proceder al traslado de este tipo de sustancias estupefacientes al otro lado del Estrecho, bien usando la vía desde Marruecos como ha sido el caso, o bien desde Ceuta.
Tráfico constante
El pase continuado de hachís se produce desde Marruecos a la Península o a través de la llamada puerta de Ceuta, mientras que a la inversa se llevan a cabo constantes introducciones de pastillas.
De hecho, ha habido varias actuaciones que se han saldado con decomisos importantes.