Francisco Pérez Hita y Pedro Bellón son dos militares en la lista del presidente Vivas. Uno con más posibilidad que el otro de poder llegar a
diputado de la Asamblea. Pérez Hita nos confiesa que ha dado el salto ahora a la política porque ha sido cuando se lo han ofrecido y que dadas las condiciones que se están viviendo en nuestro país quizás era el momento de dar ese paso hacia adelante. Lo que sí se muestra satisfecho es porque ha podido descubrir a un equipo compacto donde hay personas procedentes de distintos sectores, incluido el militar.
Sin embargo, las razones que han llevado a Pedro Bellón a confirmar su entrada en la lista es “porque no le podía decir que no ni a Juan Vivas ni a Yolanda Bel”. Es una persona que está implicada en Cáritas y en la Junta de Hermandades y Cofradías. Considera que es una persona creyente y que asume la justicia social de la Iglesia.
Nuestros dos interlocutores estiman que las razones que han llevado al
PP a llevarles en sus listas, no solamente se debe a su condiciones de haber vestido el uniforme, sino también a otras cualidades alternativas que han podido desarrollar fuera de los cuarteles. En el caso de Pérez Hita su condición de gestor de distintas empresas, a la vez que su preparación en cuestiones de seguridad privada, mientras que Pedro Bellón, como relatábamos, antes ha tenido una vinculación importante en organizaciones cercanas a la Iglesia.
Por ello, diferencian de que el PP les ha buscado por sus otras cualidades también, mientras que otras formaciones políticas que llevan a militares en sus listas lo hacen por temas mediáticos.
Francisco Pérez Hita confirma que la entrada de
militares en política era una asignatura pendiente que tenía nuestro país porque en otros como en Estados Unidos, Francia o el Reino Unido está a la orden del día y considera que en nuestro país a partir de ahora debe darse con naturalidad.
Bellón, en su haber tiene 41 años de servicio en el Ejército y donde varios lustros ha sido el secretario del general segundo jefe, además de otros destinos en la Comandancia General. Nos cuenta este comandante, ya retirado, que en las visitas que realiza en el puerta a puerta muchos compañeros le cuentan que están disgustados por varias cuestiones como son la gestión que se ha hecho del tema de Cataluña, la
inmigración y los
MENA, además de la corrupción.
Entienden que les han llamado también por otras actividades fuera del Ejército
Se muestran confiados de que el Partido Popular podrá recuperar en estas elecciones autonómicas parte de su electorado que en las generales depositó el voto para Vox, de manera principal en las Puertas del Campo, “porque estas elecciones son otra cosa y se busca más a la persona”, en este caso, al presidente Vivas. Bellón nos cuenta que hay dos claves en la preocupación de los ciudadanos como es la frontera y el puerto donde, desde su punto de vista, debe existir una política de actuación aunque algunos de estos temas no son competencia de la Ciudad. Ahí interviene Pérez Hita para distinguir entre intranquilidad e inseguridad porque “cuando vemos a esos grupos de inmigrantes reunidos pueden producir intranquilidad, pero no inseguridad porque no están delinquiendo”.
Se muestran confiados en que el PP puede recuperar votos en las elecciones
Otra cuestión que también les preocupa y que forma parte del programa electoral del Partido Popular es la salida profesional para los militares mayores de 45 años que se ven en la obligación de dejar las Fuerzas Armadas. Ambos entienden que se debe hacer un esfuerzo para su incorporación al mercado laboral, ya que tienen una experiencia muy determinada y una edad preocupante. Desde su punto de vista necesitarían una serie de contratos que incluyeran formación y que se podría estudiar una reserva de plazas en la Administración, al igual que se hace en la Policía Local. Recuerdan que el propio Ministerio de Defensa también tiene un programa especial dedicado a la búsqueda de salidas profesionales para esta clase de tropa.
Por ejemplo, si encuentran que ser vigilante de seguridad es una profesión en el aspecto privado que puede perfectamente asumirse por parte de esos soldados que abandonan las Fuerzas Armadas.