Pérdida de costumbres, desvanecimiento de historia local. El presidente de la asociación de vecinos de Benítez, así como otros veteranos de esta barriada de Ceuta, lamentan la pérdida de la tradición de la quema del San Juan realizada durante más de 30 años. Con este, ya serían dos años que no se llevaría a cabo.
Juan Moreno, presidente de la asociación de vecinos de la barriada de Benítez, lamenta la pérdida de una tradición por falta de implicación del gobierno local. “En vez de ayudar, cuando acudes a buscar ayuda, todos se sacuden y no se implican”, asegura.
Falta de implicación de las nuevas generaciones
Además, ha resaltado la falta de colaboración de “la gente joven”, de quien demanda también una mayor implicación para luchar por las tradiciones y costumbres de Benítez, sobre todo, en una noche mágica como la de San Juan.
Cada 23 de junio en Benítez, desde hace más de 30 años, a excepción del pasado año, los vecinos de Benítez se congregaban para hacer arder al “Juanillo” que previamente habían construido en comunidad.
Esta quema se había realizado siempre de forma independiente a la Ciudad, la organización siempre dependió de los vecinos con ayuda de las Brigadas Verdes, encargados de gestionar los palés y colocarlos donde el presidente vecinal les indicaba.
Los vecinos, fuente de tradición
El año pasado esto no fue posible por orden de la Ciudad, basándose en la falta de seguridad del acto celebrado. También eran los mismos vecinos los que año tras año avisaban a Bomberos, Medio Ambiente, Fomento y toda institución necesaria para su tradicional celebración, sin necesidad de permisos oficiales, celebrando su tradición sin incidencias.
Moreno, mero espectador de cómo una tradición se desvanece, con tono triste y de resignación, ha querido hacer un llamamiento al gobierno local para que no deje desaparecer la historia de las barriadas, que, al fin y al cabo, es la historia más sincera y de nuestra ciudad.
“La gente no se implica”
“La gente ya no se implica”, dice Moreno, lamentando cómo las nuevas generaciones miran hacia otro lado mientras la barriada pierde su esencia y sus costumbres.
Esta tradición celebrada en una noche tan especial atraía a vecinos de las barriadas colindantes con Benítez y todos comían, bebían y disfrutaban de esta festividad en la playa, frente al mar, con vistas a la península y siendo partícipes de una costumbre alzada por los residentes.
“Yo vivo en esta barriada hace 28 años, se hacía aquí y en la zona del Regajo. Finalmente, se perdió la implicación de esta última y solo la mantuvimos nosotros”, lamenta.
Una lucha casi perdida
Cuenta Moreno que él mismo se encargaba de la recolecta de palés, almacenarlos y tenerlos a punto para la quema del San Juan. Otra vecina llevaba a cabo la creación de la figura, pero, desgraciadamente, “ya nadie se toma la molestia de esforzarse”.
Esta tradición es antigua. Es historia. Moreno ha luchado por mantener este fragmento de memoria de todos los antepasados que han visto crecer la barriada, pero en todas y cada una de estas pretensiones, solamente ha vivido frustración.
“He escrito en numerosas ocasiones a la Ciudad para que no deje perder esta tradición, pero no he obtenido respuesta por ninguna”, denuncia.
Resignación
Siendo realistas, Moreno ve difícil poder llevar a cabo esta fiesta este 23 de junio, viendo como sería el segundo año consecutivo que la barriada sea testigo de la oscuridad de su playa tras 30 años viendo cómo la luz ilumina los rostros felices de quienes asistían la noche de San Juan.
A esta quema no solamente acudían los vecinos de Benítez, también era lugar de encuentro de distintas barriadas como Los Rosales o Juan Carlos I cuyas actividades eran disfrutar de la playa y esperar a la quema con alegría y pasando tiempo en comunidad.
Las Brigadas Verdes jugaban un papel muy importante en esta tradición, ofreciendo su ayuda en la organización.
Importante concienciar
Es muy importante concienciar de la importancia cultural de retomar una tradición, un hecho que solamente pueden llevar a cabo las personas con iniciativa y dedicación por la barriada.
Moreno era el encargado de prender el fuego y echa de menos el sentimiento que produce esta celebración. “La gente no se implica” reitera con frustración.
En definitiva, es necesario hacer un llamado a las nuevas generaciones para volver a dar vida al San Juan o “Juanillo” en Benítez.
Tal vez este año ya no sea posible dada la cercanía de la fecha, pero si desde ya se forma un grupo volcado con esta tradición, se puede comenzar a tejer una tela para devolver la luz a la playa de Benítez el próximo 23 de junio, cuando la noche de San Juan convierte en magia todo lo que la rodea.
Toda esa parte ya es musulmana. Ya los vecinos de antes no están. Todos los barrios donde antes había más cristianos y ahora no, se nota. Están más tristes. No es racismos, pero ellos son una cultura aburrida, triste y sin sentido del humor.
Nos están quitando todo :
Las quemas , las barbacoas........todo se pierde.
¡¡Qué pena!! Es lo que hay.