Francisco Benítez, propuesto a ‘Ceutí del año’, necesita el apoyo de la ciudadanía para la recogida de 1.000 firmas que le abrirían el camino para conseguir lo que tanto anhela: un taller-museo en Ceuta para que, además de exponer sus inventos, pueda servir de ejemplo a jóvenes y enseñar nuevas formas de reciclaje útil.
El ceutí Francisco Benítez cada vez ve más cerca la oportunidad de poder compartir los conocimientos aprendidos durante toda una vida fruto de la observación y la necesidad.
Este museo se impartiría en la Universidad de Ceuta y los jóvenes tendrían la oportunidad de aprender de la mano de Francisco cómo dar una segunda vida a los materiales convirtiéndolos en máquinas totalmente útiles.
En su propuesta como ‘Ceutí del año’ se presentaba dicho taller como “un espacio de aprendizaje y creación para la valoración práctica de diversas especialidades que lo conviertan en el símbolo del reciclaje y la creatividad en Ceuta”.
La dedicación, creatividad, ingenio y efectividad de Benítez merecen su reconocimiento y este taller sería una puerta directa a esa oportunidad que durante mucho tiempo ha estado persiguiendo.
En estos momentos, la colaboración de todos no significaría nada para cada uno de nosotros, pero significaría un mundo para Francisco Benítez. En ocasiones se nos hace difícil regalar nuestra firma sin saber su destino, pero en este caso todos podemos saber que este final esconde una gran causa.
Y es que Benítez no para. Actualmente tiene un nuevo invento debajo de la manga: “una máquina para pelar cables”, así nos lo ha contado el propio Benítez. Y eso es lo que esconde el cerebro de este buen hombre, ingenio constante.
Francisco Benítez pide que la ciudadanía lo ayude a conseguir las 1.000 firmas necesarias para este proyecto de taller-museo que ayudaría a Paco a poder encontrar un nuevo sendero por el que seguir inventando, ingeniando, pero esta vez, siendo ejemplo de tanto.
Este taller podría ser atractivo para jóvenes que ven sus vidas descarriladas y tocan ambientes desafortunados, manteniendo sus vidas ocupadas y aprendiendo nuevas maneras de comenzar un nuevo oficio: la mecánica.
De nuevo, recordamos el buen fin de esta causa y animamos a la ciudadanía a colaborar con Francisco Benítez para que, por fin, todo el ingenio, creatividad y dotes de Francisco se vean recompensados y la sociedad descubra todo lo que uno puede hacer por sí mismo si se lo propone.
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