Tres años de prisión. Esa es la pena que deberá cumplir un vecino de Ceuta llamado T.B.M., que en julio del año pasado fue detenido por la Guardia Civil con seis inmigrantes marroquíes en la embarcación que pilotaba.
Tras ser conducido este miércoles ante el tribunal de la Sección VI de la Audiencia, reconoció los hechos y aceptó la condena impuesta y acordada por conformidad, evitándose de esta manera la celebración de la vista oral prevista. Esa privación de libertad la deberá cumplir al no caber suspensión.
Los hechos se produjeron el verano pasado a plena luz del día, cuando el piloto se dirigía hacia las costas peninsulares con el grupo de inmigrantes a los que iba a facilitar su entrada de manera irregular.
La Guardia Civil lo evitó tras ser advertida de las maniobras sospechosas de una embarcación a la altura de la playa del cementerio.
Los integrantes del Servicio Marítimo abortaron el camino del ahora condenado que intentó por todos los medios emprender la huida desoyendo las órdenes y requerimientos de los agentes.
Una fuga peligrosa
Maniobras evasivas, velocidad, riesgo… Se puso en peligro la integridad física de los inmigrantes en ese intento por evitar la actuación de los guardias civiles.
En prisión provisional desde su detención, ahora deberá cumplir la pena impuesta de 3 años de cárcel por su relación con un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
La intervención de la Benemérita se saldó con el decomiso de la embarcación usada para la comisión del delito, la identificación de los inmigrantes y el arresto del piloto. Este servicio se produjo en un verano en el que los casos relacionados con la inmigración irregular repuntaron poniéndose en riesgo las vidas de los aspirantes a escapar de su país bien sirviéndose de estos pasadores o bien bordeando los espigones fronterizos.