La Asamblea declarará este mes persona non grata a la exministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, por sus
afirmaciones del pasado sábado en Tetuán, donde dijo que “Ceuta y
Melilla y los peñones e islotes suponen una afrenta a la integridad territorial de
Marruecos... Son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de este país y en las buenas relaciones entre los dos países”.
Estas palabras, que han sido repudiadas por todos los grupos políticos de la Ciudad y por el propio Gobierno central, han llevado este lunes a PP,
PSOE, MDyC y Ceuta Ya! en Junta de Portavoces (Vox no ha asistido a la reunión) a promover la convocatoria de un Pleno extraordinario en el que se declarará a la extremeña persona non grata.
El presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, tachó el mismo sábado
de “impresentables” y de “inaceptable deslealtad” las afirmaciones vertidas por la mañana en un Congreso Internacional por la exministra de Vivienda española entre 2004 y 2007.
“Ante los efectos nocivos de unas fronteras no sanas”, afirmó la exministra, “la respuesta política es el diálogo y no mirar hacia otro lado o el silencio... La reivindicación marroquí está plenamente justificada, inscrita en su ideario nacional y es irrenunciable”.
En declaraciones a ‘El Faro de Ceuta’, Vivas consideró “una inaceptable deslealtad que alguien que ha sido ministra del Gobierno de la Nación se pronuncie en contra de España”. “Demuestra un profundo desconocimiento de la historia y del derecho, así como una absoluta falta de respeto a los ceutíes y melillenses”, lamentó el presidente del Ejecutivo local con las mismas palabras que este lunes ha utilizado el portavoz gubernamental, Alberto Gaitán, para reprobar a Trujillo, que en mayo fue cesada como responsable de la Consejería de Educación de España en el país vecino. Además del presidente, del
PP, los demás partidos con representación en la Asamblea también han repudiado las palabras de la que fuera ministra con Zapatero.
El Pleno aprovechará la ocasión para reiterar que la españolidad de Ceuta y Melilla está amparada no solo por la Constitución, sino sobre todo y fundamentalmente por el sentimiento de pertenencia a la Nación que comparten todos los caballas y melillenses “por encima de cualquier otra condición”.