Alquilar una vivienda en cualquier punto de la ciudad exige un esfuerzo superior al 50% de los ingresos medios mensuales de los residentes en todos los distritos de Ceuta salvo en el centro, según los datos cruzados del último Atlas de Distribución de Renta de los Hogares publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Sistema Estatal de Referencia del precio del Alquiler de Vivienda del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).
De acuerdo con las cifras de este último, el coste medio del alquiler se eleva a 700 euros en el distrito 2 (el Monte Hacho y las barriadas más cercanas a este) y se sitúa en 694 en el centro.
Desde Puertas del Campo hacia el perímetro fronterizo, los precios son más bajos cuanto más lejos de la plaza de la Constitución se mira: en el distrito 3 se colocan en 600 euros, en 581 en el 4, en 500 en el 5 y en 406 en el 6.
La evolución de las rentas medias por vecino de cada una de esas zonas es similar: las más altas son las del centro (1.813 euros al mes) y las del distrito 2 (1.196). Por encima de los mil se sitúa también el distrito 3 (1.156).
En el 4 no pasan de 826 euros y en el 5 se quedan en 699, mientras que en el del Príncipe y Benzú se sitúan en 476.
El Gobierno central prevé aprobar en mayo una ley de vivienda que establecerá un 3% de tope a las subidas del alquiler en 2024 y abrirá la puerta a regular todos los alquileres en las ‘zonas tensionadas’, que serán aquellas en las que la carga media del coste de la hipoteca o del alquiler más los gastos y suministros básicos supere el 30% de la renta media de los hogares, o si el precio de compra o alquiler de la vivienda ha aumentado al menos tres puntos por encima del IPC en los cinco años anteriores.
La renta media de los hogares en la ciudad oscila entre los 1.826 euros del distrito 6 y los 5.161 del centro.
Con la nueva ley los gastos de gestión inmobiliaria y los de formalización del contrato correrán siempre a cargo del propietario, a diferencia de lo que ocurre habitualmente en la actualidad. Los porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida aumentan del 30 al 40% en el suelo urbanizable (actuaciones de nueva urbanización) y del 10 al 20% en suelo urbano no consolidado.