Mirfat Ahmed, punta de lanza del movimiento de madres y padres de alumnos de Ceuta que reclama a la Ciudad Autónoma y a los ministerios de
Educación y
Sanidad que pongan una
enfermera escolar en cada
centro educativo, ha presentado este lunes en el
CEIP Príncipe Felipe la recogida de firmas que se ha iniciado para respaldar esa exigencia, que ninguna administración cree tener competencias para atender.
La madre de un
pequeño diabético escolarizado en el CEIP Andrés Manjón que debutó con esa enfermedad a los dos años ha resaltado que “esto nos afecta a todos los padres y alumnos porque ninguno está exento de tener una caída, un atragantamiento, un golpe...”. Las familias movilizadas se han dado un mes para recoger el mayor número de firmas posible, hasta 25.000, para respaldar esa demanda, que durante un tiempo en pandemia se cubrió con personal del
Plan de Empleo.
Farah Ahmed, representante del AMPA del CEIP Príncipe Felipe, ha resaltado que, aunque la necesidad de contar con especialistas sanitarios en los colegios e institutos afecta a toda la comunidad educativa, es especialmente acuciante “para los niños con TEA, TDAH, talasemia, diabetes, epilepsia, etcétera”. Su compañera Nayat Abderrahaman, presidenta del AMPA del CEIP Príncipe Felipe y madre de un estudiante de cinco años insulinodependiente, ha puesto su caso como ejemplo paradigmático: “La semana pasada mi hijo tuvo una hipoglucemia muy aguda en clase y la maestra se dio cuenta y remontó la bajada, pero si no hubiera sido así... ¿Qué hubiera podido hacer la 'seño'?... No pedimos enfermeras por gusto o por pedir, sino porque hacen falta”, ha advertido.
La 'madre rebelde', como ha aceptado, ha asumido que “la Sanidad en Ceuta está fatal a pesar de que no deberían gastar dinero en tonterías para que la ciudad esté bonita en vez de en Educación, Sanidad o Justicia, que es lo que necesitamos para salir adelante como personas”. Además de la falta de enfermeras escolares ha criticado las listas de espera para ser atendido por especialistas en un
Hospital Universitario “de risa” y la falta de una formación mínima a los docentes para responder, por ejemplo, a una hipoglucemia de un alumno. “Vamos a recoger firmas y vamos a hacer todo lo que haga falta porque lo más importante es la salud de los niños y nos dirigimos al Gobierno central y a la
Ciudad Autónoma, pues si se echan la pelota el uno a la otra, que se dejen de tonterías, que esto no es un juego, son vidas de niños”, ha zanjado. Los impulsores de la recogida de firmas han imprimido un total de 25.000 formularios que repartirán entre los estudiantes de todos los centros educativos de la ciudad para que estos los hagan llegar, a su vez, a sus madres y padres y a cuantos ciudadanos deseen sumarse con sus rúbricas a la movilización.