La Fiscalía de Ceuta ha archivado la investigación que abrió en diciembre del año pasado después de que la Fundación Raíces denunciase que la Guardia Civil había expulsado al país vecino el 28 de noviembre “de manera sumaria e ilegalmente” a “dos menores de edad marroquíes de 15 y 16 años cuya devolución estaba suspendida por orden de un Juzgado de la ciudad”.
“En el presente caso no ha quedado acreditada la minoría de edad de los extranjeros inmigrantes”, ha concluido en el decreto al que ha tenido acceso este periódico el Ministerio Público, que ha estimado procedente sobreseer las actuaciones “al considerar que, tras la práctica de las diligencias de instrucción necesarias para el completo conocimiento de los hechos denunciados, no existen en el presente supuesto de hecho indicios en grado de probabilidad suficiente para considerar justificada la perpetración del delito ni dirigir el procedimiento contra persona determinada y acordar la continuación de las actuaciones”.
La Fiscalía llamó en marzo a declarar a siete agentes de la Benemérita que se encontraban de servicio el día de los hechos (uno del Servicio Marítimo como testigo y seis de la Compañía Fiscal en calidad de sospechosos) y pidió a la Autoridad Portuaria, en cuyos dominios habían sido interceptados los jóvenes sin neopreno, las grabaciones de sus cámaras de seguridad, así como al Instituto Armado y la Policía Nacional (que dijo haberlas borrado) sus imágenes de la frontera, por donde fueron puestos en manos de las Fuerzas de Seguridad del Reino alauita.
Con las del puerto se pudo precisar que a las 16.02 horas la Guardia Civil realizó una acción de rescate de personas que intentaban acceder a un ferry que partía hacia Algeciras. Sin más precisión, a las 16.45 en las cintas de la frontera “se ve aparecer un vehículo oficial y rotulado de la Guardia Civil y otro de la Policía Nacional”. La distancia es tal y la calidad del vídeo tan mala, que “no se aprecia la matrícula” ni a “los ocupantes de su interior”. El primero avanza hacia la zona del segundo Cuerpo hasta que “se le pierde de vista” y 27 minutos después, a las 17.12 horas, “se marcha de la zona fronteriza sin que pueda saberse lo ocurrido en ese intervalo al ubicarse dentro de una zona ciega para las cámaras de seguridad”.
Todos los guardias intervinientes aseguraron que los migrantes les parecieron mayores
El funcionario del Servicio Marítimo recordó en su declaración que había encontrado a tres personas en un muelle que dijeron ‘menores, menores’, aunque le parecieron adultos.
El jefe de servicio de la Compañía Fiscal explicó que “los inmigrantes en ningún momento manifestaron que eran menores” y que “le parecieron adultos por su aspecto físico y no llevaban documentación”. Decidió su expulsión sumaria (el llamado ‘rechazo en frontera’) y los remitió al Tarajal, donde según su versión “la autoridad marroquí hizo las comprobaciones necesarias y acabó aceptándolos como sus nacionales”. Otro compañero corroboró que no dudó “en ningún momento” de que los chicos fuesen “mayores” de edad cuando los encontró “mojados”.
Como el resto, el guardia al que se encargó su traslado a la frontera una vez que se les proporcionaron mantas de Cruz Roja dijo que le parecieron adultos y que tanto la Policía Nacional española como la marroquí bendijeron que “procedía la devolución”. De acuerdo con su testifical, “si hubieran pensado que eran menores con constancia se les habría llevado a Piniers, La Esperanza o la Policía si no son marroquíes, como otras veces”.
La Fiscalía ha contrapuesto que “el denunciante refiere que las personas que fueron devueltas a las autoridades marroquíes el 28 de noviembre de 2021 son menores de edad, pero según los agentes actuantes en ningún momento manifestaron los inmigrantes serlo y no aportaron o exhibieron ningún documento de carácter oficial con el que poder acreditar y corroborar dicho extremo”. Al ser imposible la realización de pruebas osométricas para aclarar el asunto la Fiscalía la valorado la presunción de veracidad de los funcionarios, que aplicaron el ‘rechazo en frontera’ como si no estuvieran intentando salir de Ceuta, sino entrando en España.
Empapados, llorando y suplicando sin éxito, según la Fundación Raíces
Según la denuncia presentada por la Fundación Raíces, los dos jóvenes que identifica como menores se encontraban en el puerto junto a un amigo intentando subir a un ferry como polizones cuando fueron interceptados por una lancha de la Guardia Civil y llevados a dependencias donde habrían dado sus datos y explicado que estaban alojados en Piniers “sin que en ningún momento fueran asistidos por intérprete, abogado o representante del Área de Menores”. Acto seguido, “empapados”, habrían sido subidos a un coche oficial para ser llevados hasta la frontera. Allí “imploraron llorando a los agentes que no les expulsaran, que eran menores y que querían quedarse en España”, pero aún así “los dos guardias civiles les cogieron de las manos y les forzaron a salir por una puerta para entregarlos a los policías marroquíes” en una “intolerable vulneración de derechos”.
Amparados por los autos sobre las devoluciones
Según el relato de Raíces, los dos expulsados el 28 de noviembre entraron en Ceuta sin compañía adulta en mayo y fueron acogidos por el Área de Menores, primero en los polígonos y después en Santa Amelia, “donde residieron hasta el comienzo de las repatriaciones sin garantías el 13 de agosto” por las que ahora han sido denunciadas Mateos y Deu penalmente. “Ante el miedo de ser expulsados designaron a abogadas de Fundación Raíces y Coordinadora de Barrios para su defensa y el 16 de agosto el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Ceuta ordenó la suspensión de la actuación material dirigida a repatriar a los menores no acompañados que aún no habían sido devueltos a Marruecos, resolución que debía ser escrupulosamente respetada”, según la denunciante. Tras vivir casi un mes en la calle, a mediados de septiembre uno de los chicos aceptó temporalmente volver al sistema de protección con la esperanza de lograr su reagrupación familiar con allegados residentes en la península, pero al no conseguirlo regresó con el otro al puerto, que el segundo nunca había abandonado.
Las claves
Edad: menores o no. El hecho central de la denuncia descansaba en la minoría de edad de dos de los expulsados, “un presupuesto que no se ha podido acreditar pericialmente dado que lamentablemente no se encuentran en territorio español”. “Careciendo de dicha prueba empírica y de los testimonios de los propios extranjeros indocumentados, debemos colegir que eran mayores de edad y que así fue apreciado por los agentes de la Guardia Civil que realizaron su rechazo sumario al país fronterizo desde el que habían accedido, posibilidad contemplada legalmente en nuestra normativa”, concluye la Fiscalía.
Pruebas: declaraciones y grabaciones. El Ministerio Público tomó declaración a un guardia en calidad de testigo y a seis como sospechosos. También revisó las grabaciones de vídeo aportadas por la Autoridad Portuaria y por la Guardia Civil de la frontera, así como las grabaciones sonoras de sus comunicaciones el 28 de noviembre.
Expulsión: ‘Rechazo en frontera’. La Benemérita expulsó a los tres interceptados en el puerto como si estuviesen intentando acceder a España (‘rechazo en frontera’) y no intentando salir de Ceuta hacia la península.
COMO QUERIA LA GUARDIA CIVIL QUE LOS NIÑOS DIJERAN QUE TENIAN MENOS DE 18 AÑOS ? COMO LOS NIÑOS DE UGRANIA NOS DICEN QUE TIENEN MENOS DE 18 AÑOS ? PUES IGUAL ES PARA LOS NIÑOS MARROQUIES SON NIÑOS TODOS PARA QUE LOS DEVOLVIERAN TAMPOCO ESTO QUE ESTOY DICIENDO TE COMBENCERA FARO