Anuar Tuhami Mohamed supone un auténtico referente para los niños de Ceuta, jugando en un club histórico español como es el Real Valladolid Club de Fútbol del que además es el actual capitán.
Esta pasada temporada el jugador caballa consiguió el ascenso a Primera División española clasificado en segunda posición. Anuar suma tres ascensos junto al Real Valladolid, su equipo desde que llegó cuando tenía solo 13 años.
Anuar Tuhami ha concedido una entrevista a El Faro en la que expone temas bastante delicados como las lesiones en el fútbol o las claves para convertirse en jugador profesional.
Además, nos cuenta cómo fueron sus inicios, un balance de la temporada y expectativas hacia la siguiente. También expresa su sentimiento caballa y lo importante que ha sido su entorno familiar durante todo el proceso para convertirse en lo que es hoy.
Todo comenzó en el Colegio San Agustín, donde el pequeño Anuar estudiaba. El primer recuerdo que tiene es cuando llegaba el momento esperado de todo alumno, el recreo, en el que el jugador ceutí comenzó a dar sus primeros toques al esférico.
Poco a poco ese juego entre amigos en las horas de descanso acabó convirtiéndose en una pasión, por lo que su padre, gran fanático del fútbol, terminó apuntándolo al equipo del colegio.
Todo niño, tiene su ídolo futbolístico, un jugador en el que fijarse e imitar sus jugadas. En el caso de Anuar Tuhami, su gran ídolo era Ronaldo Nazario, que hoy en día, casualidades de la vida, es su presidente.
Tal llegó esa admiración por el astro brasileño que fue a una peluquería para lucir ese corte icónico que mostró Ronaldo durante el mundial del año 2002.
El joven caballa disfrutaba jugando con sus amigos, sin embargo, saltaba a la vista que él no era como los demás.
Y así llegó la oferta del Real Valladolid para hacerse con sus servicios cuando Anuar tenía tan solo 13 años. Una propuesta que no pudo rechazar ya que era una verdadera oportunidad para poder luchar por ser profesional en un futuro.
Muchos jóvenes pasan su tiempo jugando al fútbol, ya que sin ninguna duda es el deporte rey en la actualidad. Sin embargo, pocos llegan a poder vivir de esta actividad debido a su amplia competencia. Anuar Tuhami es uno de esos afortunados que tras años de esfuerzo y dedicación puede vivir económicamente de la afición de sus amores.
Siempre hubo soñadores acerca de este deporte, soñadores que imitan, siguen a sus ídolos, tal y como hizo Anuar con Ronaldo Nazario y buscan pautas para, en un futuro, poder ser profesional.
Señala que la clave es disfrutar con el fútbol, ya que en muchas ocasiones el jugador puede llegar a un alto nivel de estrés, un estrés que puede ser transmitido por un entorno tóxico como pueden ser incluso el de sus padres.
“Mi consejo es que disfrute del fútbol a medida que quema etapas y que escuche a sus seres queridos y entrenadores que son los que intentarán darles los mejores consejos”, explica.
Anuar detalla que el fútbol es un deporte muy complicado en el que existe una gran competencia por lo que hay muchos niños que finalmente quedan en el camino.
Anuar llegó con tan solo 13 años a la entidad blanquivioleta, actualmente tiene 29 años y es el capitán del club. “El Real Valladolid es el equipo de mi vida”, declara.
El jugador ceutí comenzó la campaña en una Segunda División que cada vez es más complicada, ya que se reúne gran cantidad de equipos históricos y de alto nivel como pueden ser los casos de Espanyol, Real Zaragoza o Leganés.
El final de temporada fue el soñado por todos los vallisoletanos consiguiendo el ascenso a la máxima categoría del fútbol español, siendo este el tercer ascenso que consigue Anuar con el club.
Sin embargo, no todo fue un camino de rosas para los blanquivioletas teniendo un comienzo atípico en el que los jugadores no conectaban del todo ya que la plantilla era prácticamente nueva. Pero poco a poco fueron formando química entre ellos creando a final de temporada un “equipo sólido”.
“El final fue increíble, pero detrás de todo hay mucho esfuerzo y sufrimiento”, expone.
Las lesiones en el mundo del fútbol constituyen un riesgo que toman todos los jugadores cuando saltan al terreno de juego. Evidentemente existen diferentes lesiones según el índice de gravedad.
Desgraciadamente Anuar Tuhami ha sufrido la que puede considerarse como una de las lesiones más graves del deporte, la rotura de ligamento cruzado anterior (LCA).
La lesión se produjo el 24 de septiembre de 2022, disputando un partido preparatorio contra el Osasuna durante un parón de selecciones.
El canterano se encontraba en un momento espléndido tanto física como futbolísticamente. “Comencé la temporada marcando goles, con buen físico y teniendo la confianza del entrenador”, alega.
Señaló que esta lesión es muy transcendente ya que conlleva un gran proceso de recuperación, dejando al futbolista en dique seco por un largo tiempo. Además, destacó que cuando vuelves al terreno de juego, el jugador no se encuentra al 100%, pasando por dolores y el miedo todavía estando presente.
“No le deseo esa lesión ni a mi peor enemigo, es una lesión muy dura que te frena demasiado”, explica.
Sin embargo, a pesar de esta dura situación, el jugador ceutí destaca la gran confianza que tuvo el Real Valladolid en él, ya que inmediatamente tras lesionarse el club lo renovó por dos temporadas más. También resalta el gran cuidado y cariño que tuvo del cuerpo técnico, fisios, compañeros y aficionados.
Esta 24/25 se presenta como una temporada en la que el conjunto vallisoletano tendrá bajas importantes: la de Sergio Escudero y Jordi Masip, dos de los tres capitanes del equipo.
Anuar lamenta sus bajas, sobre todo la de Jordi Masip con quien vivió los tres ascensos que ha conseguido y del que es un “gran amigo”.
Tras las bajas de estos jugadores, Anuar queda como único capitán, teniendo muchas ganas de afrontar la siguiente campaña con el fin de “combatir contra los mejores y dejar al Valladolid donde se merece”, recalca.
El entorno de todo jugador de fútbol es clave en su desarrollo. En el caso de Anuar Tuhami tuvo que dejar su hogar con tan solo 13 años. Su vida cambiaría radicalmente, ya que entre él y su familia habría más de 800 kilómetros de distancia.
No todas las familias hubiesen dejado salir por la puerta a su primogénito en una edad tan precoz. La suya decidió tomar el riesgo con el fin de que su hijo tuviese la oportunidad de cumplir su sueño.
“Siempre agradeceré a mis padres que no me cortasen las alas de poder ser futbolista”, expresa.
El jugador caballa, ahora teniendo una hija, señala que es una decisión complicada el dejar a un hijo buscar su futuro, siendo apenas un adolescente. “Yo tengo una hija y el sentimiento por tu ella es algo increíble, y el soltar a un hijo tan pronto es de ser muy valiente”, comenta.
En un territorio tan pequeño, casos como los de Anuar Tuhami motivan a los ceutíes a esforzarse por cumplir sus sueños.
El jugador del Real Valladolid recuerda a Ceuta con gran cariño. “Ceuta es la ciudad de mi corazón, donde nací y me crie, en la que están mi familia y amigos y ciudad por la cual moriría”, explica.
Además, siempre intenta alzar su bandera de Ceuta, mostrándose orgulloso de sus orígenes. Afirma también que sabe que a los ceutíes les gusta que muestre la bandera y que siempre se alegran de sus éxitos.
No hay ningún misterio, Anuar Tuhami Mohamed, un chico sencillo y de la casa que mediante esfuerzo y sacrificio ha representado a Ceuta en la máxima categoría del fútbol español, logrando 3 ascensos con su club de toda la vida, del que es capitán y al que ama incondicionalmente.
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