La familia de Manuel Ríos Ledesma, cuya
desaparición fue denunciada el pasado 2 de mayo, ha recibido la notificación de la
Policía Nacional de que el cadáver encontrado en la zona de la Sirena el pasado 18 de junio es el de este vecino de San Amaro. Casi un mes después del hallazgo del cuerpo,
que se encontró en avanzado estado de descomposición y por lo tanto irreconocible, han llegado los resultados de las pruebas de ADN que se tuvieron que efectuar para intentar poner identidad al cuerpo. Para ello se solicitó a familiares directos restos de ADN para hacer los cotejos necesarios, remitiéndose las pruebas a laboratorios peninsulares. La familia sospechaba que el fallecido podía ser Manuel, dato ahora corroborado y que viene a poner el punto y final a una historia marcada por la incesante búsqueda que, durante semanas, se llevó a cabo por distintos puntos de la ciudad para encontrarlo. El 18 de junio la
Guardia Civil recuperó un cadáver en la zona de la Sirena, quedando la investigación en manos de la Policía Nacional porque ya había una denuncia previa interpuesta en la Jefatura Superior.