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El Círculo de Silencio denuncia la “vulneración de derechos” del sábado pasado con la entrega a Marruecos de los subsaharianos encaramados a la valla de Ceuta
El Círculo de Silencio volvió a reunirse ayer en la Plaza de la Constitución para alzar la voz en contra de la vulneración de los derechos humanos y las injusticias que cada vez “más personas, migrantes y refugiadas, sufren”.
Esta iniciativa, que parte de la Mesa Diocesana de Atención y Acogida de Refugiados, denunció ayer la situación vivida el sábado pasado por el grupo de subsaharianos que intentaron su entrada en Ceuta por la valla. “Unas 60 personas lograron encaramarse en la valla y tras nueve intensas horas de calor, angustia, tensión e inseguridad, se les obligó a bajar, aplicándoseles las devoluciones en caliente y siendo entregados a Marruecos”, leyeron en el manifiesto. Esta práctica fue cuestionada por la Defensora del Pueblo, la cual pidió a las fuerzas de seguridad “que se les aplicara la ley, realizando el reconocimiento personal que ésta exige”. Tal es el caso del “derecho a acogerse a las condiciones de asilo o protección internacional”, apuntó la responsable de transmitir el malestar compartido en el Círculo de Silencio. Un grupo en el que, además, se encontraban varios adolescentes.
Ante estas situaciones, los reunidos pidieron a los responsables políticos que “respeten” los derechos humanos y la dignidad de las personas “por encima de la ley”. Los congregados llamaron a la conciencia de todos los ciudadanos, “a implicarnos en el cambio hacia una sociedad más justa y solidaria ya que es una responsabilidad que todos compartimos”.
Menores
El manifiesto también se ha centrado en la infancia migrante y refugiada. Los promotores de la iniciativa han instado a proteger a estos niños, especialmente a los no acompañados, de la “explotación y la violencia” así como a mantener unidas a las familias.
El acto estuvo organizado por el Secretariado de Migraciones, Cáritas, Confer, Fundación Centro Tierra de Todos, Cardijn y Justicia y Paz.