La puesta en marcha de la aduana comercial supone un paso más para que los empresarios de Ceuta puedan realizar expediciones comerciales con Marruecos. En Melilla ya sabían de esto y ahora han reactivado esas relaciones a través del paso de Beni Enzar.
Hasta la fecha por Tarajal se ha podido exportar cargas de productos de higiene personal y del sector de automoción. De igual manera se ha importado pescado y ahora se prepara la llegada de una carga importante de áridos y ladrillo, así como más pescado para la hostelería.
La hoja de ruta está establecida y bien definida, con datos e información de cómo se debe proceder para exportar e importar con otro país.
Queda que la clase empresarial sea capaz de utilizar y sacar partido a otra puerta más a las relaciones comerciales, al margen de ese ‘más España y más Europa’ que se plantea como prioridad.
Se ha trabajado y mucho para conseguir esa particular autopista de relaciones entre países en donde se pueden sacar beneficios si es bien aprovechada. Las administraciones han superado trabas importantes, sobre todo porque en el caso de Ceuta se trataba de disponer de una alternativa hasta ahora inexistente, teniendo que aprender lo que antes no se aplicaba. Las fórmulas exitosas son conocidas y esa es la línea sobre la que se debe trabajar para que empresarios ceutíes puedan sacar o traer productos bien regulados, sin problemas y atendiendo a las normativas imperantes.