Algunas de las quemas de vehículos que se han producido en los últimos meses esconden intentos de fraude a los seguros. Eso es al menos lo que se concluye de algunos de los casos que sí han sido esclarecidos por la Policía y en los que se ha concluido la existencia de un acuerdo previo entre la supuesta víctima de la quema y el autor de la misma. Se habían puesto de acuerdo para orquestar el pertinente atentado y así poder cobrar el seguro del vehículo al tener contratado los daños provocados en casos de incendio. Los tiempos de crisis hacen engordar la picaresca y las malas artes de unos para dar pie a la organización de quemas.
En los últimos meses se ha esclarecido media decena de casos en los que además de interponerse una denuncia falsa, se pudo comprobar que la denunciante había intentado cometer un fraude. Las labores de investigación en torno a los vehículos quemados permiten aclarar lo sucedido y dar con las historias simuladas.
En este grueso se encuadra quizá el asunto más grave de todos: el protagonizado por una pareja que contrató a una tercera persona para que le quemara el coche y así cobrar el seguro sin sospechar que finalmente iba a producirse un accidente y el autor en cuestión terminaría con graves heridas en el rostro. El último de los casos esclarecidos tiene por protagonista a uno de los coches quemados el pasado agosto. Se ha podido comprobar que la dueña del mismo había contratado los servicios de un joven para que, previo pago de un dinero acordado, le quemara el coche a plena luz de la tarde, en la barriada de Villajovita. Se ha podido aclarar que la fémina pretendía estafar a su seguro ya que su pretensión era deshacerse del vehículo cobrando una cantidad superior a la que podría obtener por su venta. Las compañías de seguros se convierten en víctimas, también, de esta situación.