Alfau: en recuerdo a un general y el vivo homenaje a sus vecinos

Su nombre procede del general Felipe Alfau Mendoza, primer Alto Comisario de España en Marruecos y el militar que mandó las tropas españolas que entraron en Tetuán pacíficamente el 19 de febrero de 1913.

Es una de las barriadas con más solera de la ciudad. Más de seis décadas de existencia coronan esta zona con cinco bloques y 150 viviendas. Pero el paso del tiempo ya está pasando factura y las fachadas de los edificios son las más afectadas. “Ya hemos tenido problemas cuando se cayó una cornisa de un cuarto piso en el jardín, donde suelen jugar los niños y la verdad que es un peligro. Esto necesita un lavado de cara importante porque ni siquiera se pintan las fachadas de hace diez o quince años”, apunta el presidente de la asociación de vecinos de los Grupos Alfau, Juan Manuel Alamillo.
Una de las mayores preocupaciones se centra en una de las escaleras de acceso a la barriada que puede afectar seriamente a un bloque con el que colinda. La escalera se está hundiendo y hace un tiempo se produjo un orificio que filtró agua hacia el edificio, por lo  que requirió ser reforzado. “Este bloque corre peligro porque tiene una grieta bastante grande y sólo se le ha puesto un parche. Un día la escalera se va a hundir porque está en desnivel con el consiguiente riesgo para el edificio que está a su lado”.
Hace unos diez años que no se acomete una reforma en la zona y la antigüedad de la barriada va de la mano de las farolas que muestran los  años que fueron colocadas en las fachadas. “En algunas están las tapaderas abiertas y al llover entra el agua. Otras están cogidas con cinta aislante. Aparte de ser un peligro, al cambiarlas se le dará otra imagen a la barriada”, estima Alamillo.
La limpieza tampoco satisface a los vecinos que tienen que convivir con los actos incívicos de algunos ciudadanos que hacen sus necesidades en cualquier rincón de la barriada. Aunque, los servicios de limpieza suelen ir a baldear la zona, consideran necesaria una actuación más continuada. “Hubo una semana en que un viernes tiraron una botella de cristal desde una casa y hasta el domingo a mediodía siguió ahí. Los niños juegan al fútbol y podían haberse cortado. Creo que el servicio de limpieza no viene con bastante asiduidad”.
Uno de los vecinos asegura que, pese a ser una barriada “tranquila y en la que se vive bien”, el ruido por la noche suele ser algo habitual, especialmente con los botellones de los fines de semana. Considera que en la barriada es necesario colocar papeleras, acceso para personas con movilidad reducida y más control policial durante los fines de semana.

Logros

La barriada también ha logrado llevar a efecto algunas de sus demandas como es el contar con unos jardines donde antes sólo había terreno árido. Su mantenimiento constante es fundamental para conseguir que luzcan de esa manera. Mustafa Abdelkader es el responsable de mantenerlos en esas condiciones. “Me encargo de quitar ramas secas y malas hierbas. Aquí tenemos diferentes plantas: rosas claveles, geranios, o nísperos y vamos plantando según la época”.
En el ámbito de la seguridad también se muestran satisfechos y consideran que Alfau es una barriada “donde los robos no son habituales, a lo que contribuye la presencia policial que suele patrullar por la zona”.
Las barandillas en los portones también es otro de los avances que ha vivido la barriada, ya que estos elementos son muy necesarios para permitir a las personas mayores o con movilidad reducida su acceso con facilidad a sus viviendas.

Por siempre en la memoria

Ha estado al frente de la barriada casi desde sus inicios. Fue la tercera presidenta de la barriada y recuerda esa época con mucho cariño. Es Carmen Raya, quien echa la vista atrás para rememorar la forma en que se vivía en Alfau en los años 60. “Era una barriada muy buena, estupenda, maravillosa, era la mejor de Ceuta porque hemos hecho de todo: cruces de mayo, carnavales, comidas, escalas en hi-fi, paellas... Pero ahora no hay dinero, la gente es cada vez más mayor y esto ha decaído mucho”.
Sin embargo, la barriada también ha mejorado con los años y algunas vecinos han colaborado activamente para que esto sea una realidad. Es el caso de Joaquína García, quien ha quedado en la memoria de todos por el trabajo que ha dedicado al barrio. Su recuerdo siempre permanecerá junto a Hipólito Sousa, el primer presidente de la asociación de vecinos de Alfau. “Joaquína ha sido lo mejor que ha tenido la barriada, porque era amiga, compañera... Venía a todas partes conmigo y participaba en todos los actos. Desde que nos falta, esto se ha venido abajo”, explica Carmen.
La barriada no ha querido dejarla en el olvido y por ello le dedicó una placa que se ubica frente al local social, junto a la que recuerda a Hipólito Sousa. “Trabajó mucho por la barriada, era una señora muy alegre que nos hacía disfrutar y reir mucho”, apunta el presidente de la AAVV, Juan Manuel Alamillo.
Tantos años de actividades dejan tras de sí numerosas anécdotas, como la de esa multitudinaria paella organizada hace años en la playa. “Tuvimos que ir hasta la Legión para que nos dejaran una paellera y llevarla a cuestas hasta la playa Benítez. Necesitamos un remo para mover la paella, pero todo el que venía comía arroz”, apunta Carmen.
La vicepresidenta de la barriada no tiene más que palabras de orgullo para su barrida, “donde siempre ha habido mucha alegría y todo el que llega nuevo nos dice que se vive con mucha paz y tranquilidad. Cuando me vaya, me llevaré un cachito de mi barriada, pero no quiero que me pongan una placa porque no quiero que me caiga el agua ni el frío”, comenta en tono jocoso”.

Vecinos

Aunque en general los vecinos estiman que es una barriada en la que se vive “con mucha tranquilidad y en paz”, consideran que existen carencias como papeleras o accesos adecuados para personas con movilidad reducida, además de un mayor control policial. “Especialmente los fines de semana porque hay muchos jóvenes que vienen a hacer botellón. La fiesta empieza en los bajos de la Marina y termina por aquí”, lamenta Juan Carlos, uno de los vecinos de los grupos Alfau.

Homenaje a ilustres ceutíes

La barriada Alfau cuenta entre sus paredes con el nombre de tres ilustres ceutíes: una de ellas es la doctora Antonia Castillo, la primera mujer colegiada en Ceuta que, tras la sublevación del 36, fue expulsada de su plaza como médica municipal. Durante su estancia en su ciudad natal se implicó con los más necesitados, ofreciendo charlas a los obreros y a sus esposas sobre el seguro de maternidad. Se exilió a México y no volvió a España hasta 1965.
Manuel Morales Parra nació en Granada pero pasó su infancia en la calle Velarde. Ejerció como profesor de matemáticas y, posteriormente, entró a formar parte del colegio de la Inmaculada. Se implicó activamente en el deporte local y en sociedades como el Centro de Hijos de Ceuta. Fue escudo de Oro de la Ciudad.
José Pulido Domínguez nació en Manilva y llegó a Ceuta muy niño. Estudió magisterio y ejerció como profesor. Posteriormente estudió Derecho y se hizo procurador de Tribunales, llegando a ser decano del Colegio de Procuradores del que fue fundador en 1959.  
Se presentó a las elecciones en 1983, con el número cuatro de la lista del PSOE encabezada por Francisco Fraiz. Recibió el Escudo de Oro de la Ciudad y la Medalla de la Autonomía por su trayectoria.

Actividades

Alfau sigue luchando por mantener vivas las tradiciones locales y así, cada año, celebran fiestas de Navidad y Reyes; carnavales; torneos de interbarriadas en los que organizan partidos de fútbol para los más pequeños o fiestas para mayores.
Aunque la participación ciudadana ha descendido con el tiempo, la asociación no quiere dejar atrás la celebración de todos estos actos y cada cierto tiempo la barriada se engalana para disfrutar de distintos actos.