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Guardia Civil y las fuerzas marroquíes se han desplegado a lo largo del perímetro fronterizo ante la detección de un grupo de entre 200 y 300 personas que tenían como objetivo cruzar el vallado. Son, presumiblemente, los rezagados de la
entrada que se produjo este miércoles, los que escaparon de los controles de las fuerzas marroquíes. Durante la madrugada volvieron a sonar todas las alertas, después de que Marruecos diera la información de que el grupo había llegado hasta la zona del Hotel Ibbis, emprendiendo ruta hacia el perímetro.
Los GRS y los componentes de la Compañía de Ceuta blindaron toda la zona de la ITV hasta Berrocal, la misma que pudieron sortear los 119 subsaharianos que finalmente han pasado a Ceuta desde
Marruecos, ya que aunque inicialmente fueron 116 después
fueron apareciendo hasta tres personas más que, heridas, se habían escondido entre arbustos ya en Ceuta o se habían quedado desorientados en tramos de carretera.
Al otro lado de la valla se desplegaron también las fuerzas marroquíes en su totalidad, con unidades caninas y caballos para hacer batidas por toda la zona de monte. Finalmente los subsaharianos pudieron escapar sin ser detenidos por los agentes del vecino país, retirándose el amplio despliegue de la Benemérita. Las batidas efectuadas en el lado español por el helicóptero con base fija en Ceuta tampoco sirvieron para detectar la aproximación al vallado de todo el grupo.
Las alertas siguen en el perímetro. Se sabe que las personas que quedan al otro lado están desesperadas y que van a intentar cruzar a Ceuta en cualquier momento. Entre las filas marroquíes ha habido bajas tras el último pase al igual que en las de la Benemérita. Al menos dos miembros de la mehanía terminaron con la cabeza abierta y en las filas de la Benemérita dos guardias civiles cursaron baja debido a las quemaduras que sufrieron al recibir el impacto de cal viva y ácido.
Los inmigrantes, sobre cuya presencia alertó Marruecos, llegaron a estar a unos cinco kilómetros del perímetro, pero no pudieron sortear el último tramo. Desistieron en el intento dada la cantidad de agentes desplegados y la imposibilidad, esencial, de romper el bloqueo que había en el vecino país. En el lado español los guardias civiles estaban pertrechados con material antidisturbio para actuar en cualquier momento, centrándose todos los efectivos en el lado de Berrocal y la ITV, ante una valla en la que aún quedaban los restos de ropa de la última entrada y donde quedaban por desarrollar los arreglos en los graves desperfectos causados el miércoles, ya que se cortaron partes con cizallas y mazos.