Esta carta es para mostrar mi máximo agradecimiento, tanto mío como de toda mi familia, al personal del Hospital Universitario de Ceuta por todas las atenciones y el buen trato que hemos recibido a causa de un ingreso de mi madre. Ella, Erhimo Mohamed Abdú Rifi, tuvo que ser sometida a una operación a causa de una pérdida de visión en un ojo y una infección en el mismo para extirpárselo el pasado día 17 de abril. Fue intervenida por el Dr. Alejandro y Guiote y finalmente todo salió bien y fue trasladada a la habitación 231. No puede dejar también de ser felicitado por su profesionalidad. También los enfermeros de esa planta estuvieron muy atentos y sobre todo Dris Mostar, al que ella asegura que tampoco va a olvidar.
Salió del hospital el día 22 y el 24 otra vez tuvimos que llevarla a Urgencias porque tenía muchos dolores en el pecho. El médico de Urgencias, Maisa, nos trató estupendamente y decidió dejarla en observación, donde también recibió un trato formidable. De ahí tuvo que ser ingresada en la habitación 127 donde el internista, Buyicri, consiguió que la internaran en la UCI y queremos destacar ese trato tan exquisito y humano con la paciente para que estuviera 24 horas bajo vigilancia y cuidado intensivo el día 25. Todas esas atenciones nunca podremos olvidarlas y ella también dice que siempre recordará a una de las médicas a las que trataba de enseñarle un poco de árabe. Ya el día 26 la bajaron a la 118 a planta y la cardióloga la fue a visitar un sábado con un trato estupendo haciéndole todas las pruebas, e incluso vino el Doctor Guiote de nuevo a preocuparse por ella y otra vez más los enfermeros de la planta demostraron sus profesionalidad y trato humano y cariñoso.
De paso, quiero hacer una especial mención a un doctor que tampoco vamos a poder olvidar nunca ya que salvó la vida de mi hermano Hossain. Ni mi madre ni nadie de la familia podrá olvidar nunca al Doctor Abdenghani, que nos devolvió a la vida a Hossain hace ya 12 años en el Hospital de la Cruz Roja. Gracias de todo corazón.