En el pasado mes de enero se publicó en estas páginas una colaboración mía bajo el título “A la Perla del Mediterráneo”, y en la cual intentaba plasmar en unas pocas líneas los recuerdos y aquellas pequeñas cosas, como diría la canción, que echaba de menos de mi ciudad en mi primer año como estudiante fuera de Ceuta, en concreto en la bellísima ciudad de Granada. En dicho artículo recordaba como entra en mi casa “el dulce aroma que produce la fábrica Borrás” o como echaba de menos en Granada, entre otras cosas, ese aroma o el “chocolate Maruja”.
Hace pocas fechas, encontrándome en mi habitación del Colegio Mayor donde resido me comunican de la Conserjería que había llegado un paquete a mi nombre. Bajé la escalera pensando que mis padres me habían enviado algo desde Ceuta cuando no sería mi sorpresa que, al recoger el paquete, veo que está remitido por la empresa Borrás y al abrirlo surge de su interior una amplia selección de productos de aquella, acompañada de una carta de la cual me permito transcribir a continuación algunos de sus párrafos: “Desde Borrás S.L. nos gustaría comunicarte que nos sorprendió gratamente el artículo que publicaste en el Faro de Ceuta. Decirte que compartimos de primera mano el sentimiento de cariño por nuestra ciudad y siempre es de agradecer cuando te mencionan en un artículo de tantas buenas palabras como las tuyas…te deseamos lo mejor en todo lo que está por llevar. Disfruta de la etapa que ahora te toca vivir y aprovecha la experiencia ya que Ceuta siempre te estará esperando”.
Desde estas líneas quiero agradecer de corazón a todo el equipo de Chocolates Maruja el bello gesto que han tenido conmigo, sabiendo además por lo que exponían en su carta que les había costado localizarme en Granada, pues aunque yo me refería en mi artículo a un Colegio Mayor no mencionaba en concreto su nombre. A veces en nuestra ciudad nos rendimos como papanatas ante cualquiera que venga de fuera con unos proyectos muy bien adornados y los cuales, en la mayoría de las ocasiones, sólo tienen en su interior humo y nada más. Y olvidamos a todas aquellas empresas, autónomos, etc. que día a día, con mucho esfuerzo, siguen luchando porque haya un futuro para esta ciudad y para que el nombre de Ceuta en positivo se conozca fuera de sus pequeños límites.
Una caballa agradecida.