La vida de Fatima Hammoudan Kassem se apagó para siempre este pasado miércoles a sus 74 años en el Hospital Universitario de Ceuta. Tan solo 6 meses después del fallecimiento de su marido, Félix ‘El Maño’. No ha podido aguantar su pérdida, poco a poco se fue apagando tras perder a la persona con la que ha estado durante toda su vida.
Fatima llegó a Ceuta en los años 80, de la mano de Félix, un aragonés que conoció en aquellas tierras y con la que tuvo a su hija Lubna. Una pareja que, desde se conociera, jamás se ha separado. No sabían vivir uno sin el otro y es que consiguieron formar una familia maravillosa.
Los familiares de Fatima jamás la podrán olvidar, ha dejado un vacío enorme en sus corazones, ya que era una mujer que siempre tenía una ayuda para todos. “Para nosotros, sus familiares, era una persona que hacía de madre para todos. Era una mujer llena de vida siempre positiva que nos sacaba una sonrisa, siempre detallista con todo el mundo”.
El gran corazón de Fatima
La pérdida de su marido hace tan solo 6 meses fue un ‘palo’ del que no pudo remontar Fatima. Para ella su marido lo era todo, compartió toda su vida con él, tras conocerse en Aragón y venirse en los años 80 a Ceuta. “Tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Desde que falleció su marido ella perdió su luz ya que para ella él era su compañero de vida, y ahí los tenemos, se amaban tanto que no ha podido seguir en este mundo sin él”.
Su familia siempre la recordará como una mujer “muy luchadora” y que siempre estaba para sus allegados. “Siempre la recordaremos como una mujer muy luchadora y valiente ya que la vida le ha puesto muchos obstáculos en el camino, pero ha podido con todo siempre”.
“Siempre estará presente en nuestros corazones, ya que en el corazón y en el alma nadie muere. Gracias por enseñarnos tanto y por darnos ese amor tan grande que tenías siempre para todo el mundo. Te queremos Fatima”, finalizan.
"Descanse En Paz". Era una bellísima persona, encantadora, amable con todo el mundo, su marido Félix Descanse en Paz también era otra persona muy amable, muy educado, muy querido, los dos han dejado buenos recuerdos para todos y de verdad no me quedan y no tengo palabras, lo único que me queda es dar el pésame a su hija Lubna, y compartir con todos los familiares estos momentos difíciles de dolor. "Somos de Dios y a Él retornamos" Addama Al-laho Ajrakom wa Inna liL-Lahi wa inna ilaihi ráyiun.
Una pareja ejemplar y su hija yo tengo los recuerdos al lado colegio San Agustín muy trabajadores muy sencillos observaban la vida con mucho cariño hacia los demás muy colaboradores en cuestion de ayudar y muchas risas también no faltaban cuando hablamos de Zaragoza.