El medio propio Tragsa comenzó ayer, en vísperas de Semana Santa y con la primavera invitando a empezar a disfrutar del litoral de la ciudad, nuevas actuaciones de mejora de las arenas de las playas de La Ribera y El Chorrillo.
El temporal de abril del año pasado motivó una intervención de emergencia sufragada por el Ministerio de Transición Ecológica que terminó con críticas justificadas al resultado final de su actuación, sobre todo en El Chorrillo, donde la Administración General del Estado decidió aplazar el cribado de los áridos depositados para no obligar a los usuarios a convivir los meses de la temporada de baño con maquinaria pesada.
Esta vez es la Ciudad Autónoma la que, con un presupuesto de más de un millón de euros, se va a encargar de dar continuidad a aquel trabajo, que al menos en La Ribera dejó un resultado aceptable pese a la ausencia casi total de lluvias, que hizo imposible ‘lavar’ como hubiera sido deseable el material y así minimizar la generación de polvo, nada nuevo por otra parte en ese tramo de costa.
La adjudicataria del proyecto va a trabajar 16 horas al día para acelerar la conclusión de la intervención, que debería alargarse lo menos posible para no entorpecer el disfrute de las dos playas del centro en el tramo final de la primavera.
La Ciudad y Costas deberían, además, trabajar conjuntamente en un plan integral para el cuidado y mejora de todo el litoral local mirando a medio y largo plazo para intentar hacer compatible el cuidado de las especies animales y vegetales que condicionan cualquier obra con la posibilidad de conseguir que los temporales recurrentes, sobre todo de levante, se lleven inversiones muy cuantiosas. La senda debe seguir siendo la recuperación del estado natural de la costa, como se ha hecho en Santa Catalina, con intervenciones atinadas en favor de su disfrute respetuoso con el medio ambiente.